Un enorme piquete en la avenida 9 de Julio y una movilización hacia el Ministerio de Trabajo se colocaron en el centro de la escena reclamando trabajo genuino, apertura universal de los programas sociales, seguro al desocupado, obra pública y plan de vivienda. En otras provincias del país se replicó la acción, configurando un gran piquetazo nacional. Una delegación con representantes de las organizaciones se reunió en el Ministerio de Trabajo con Ponte, el secretario de Empleo, quien respondió que la única respuesta a la gravísima situación era la 'emergencia social'. Sin embargo, ésta es una gota en el océano y sólo ofrece más asistencialismo y más precari-zación. La masiva cantidad de jóvenes que fueron a pedir empleo a La Rural (Expo-Empleo) estos últimos días dan cuenta de una realidad acuciante.

 

A más de un año y medio de asumido el gobierno de Cambiemos, la pobreza y la miseria no paran de crecer en nuestro país. Los despidos, los tarifazos y la

inflación golpean fuertemente el bolsillo de los trabajadores. Hoy en día, en la Argentina hay 13 millones de pobres. La economía está en recesión y la obra pública continúa parada. Esta política es llevada adelante también por la 'oposición' del PJ (incluyendo a los K) y del FR allí donde gobiernan -además de ser quienes aprobaron las leyes de ajuste de Macri en el Parlamento.

 

El Polo Obrero, junto al Sindicato de Trabajadores de la Construcción (Sitraic), se encuentra desarrollando una campaña por trabajo genuino y obras públicas en los barrios populares y paralelamente un empadronamiento de trabajadores desocupados. Este pliego de reclamos será presentado el 13 de junio.

 

En este cuadro se conformó un frente único de organizaciones piqueteras que sale a la calle a luchar por las reivindicaciones de los desocupados y los preca-rizados. Este embrionario frente de lucha tiene la gran virtud de colocarse en el vértice opuesto de las organizaciones sociales que han firmado la paz social con el macrismo. El 'triunvirato piquetero' se encuentra en una tregua con el gobierno, en sintonía con la CGT.

 

El plan “empalme” anunciado por Macri el 1° de mayo no empalma nada por la simple razón de que no hay trabajo. El Estado, desde la creación del programa Argentina Trabaja, viene utilizando a los cooperativistas como mano de obra barata de los municipios o para la realización de tareas que son propias de trabajadores estatales -es decir que precariza a sus propios empleados negándoles los derechos de convenio colectivo, aguinaldo y vacaciones. Cualquier empalme debería empezar por el propio Estado y pasar a planta permanente y bajo convenio a los cientos de miles de cooperativistas.

 

Al no haber respuestas por parte del gobierno, el Polo Obrero resuelve continuar y profundizar el plan de lucha.