En Prensa Obrera del 20 de abril denunciamos que la burocracia del gremio de la Sanidad (ATSA) había suspen­dido a último momento la reali­zación de elecciones de Comi­sión Interna en el Sanatorio Bazterrica ante el temor que su lista (Celeste) fuera derrotada por un frente de la Verde (liga­da al CTA) y la agrupación Asís (integrante de la Bordo, frente de izquierda).

La burocracia de ATSA tam­bién amenazó con expulsar a los candidatos de la Verde-Bordo por “injurias”, en alusión a las denuncias de la política bu­rocrática.

Estos atropellos desataron en el Sanatorio una campaña de petitorios y pronunciamien­tos como también de delega­dos de otros establecimientos.

Ante esta resistencia, Ro­berto Albornoz, miembro de la directiva burocrática de ATSA y delegado general del Sana­torio, sacó una “carta abierta” atacando a la Verde-Bordó y particularmente al compañero Daniel Benítez, candidato por la Bordó a subdelegado gene­ral. “Los conflictos y ollas populares no son la solución y menos en estos momen­tos. Pregunten al compañe­ro Daniel Benítez que consi­guió, hace 6 años siendo de­legado del Hospital Español: el despido de 420 trabajado­res, y en Sanatorio Otamendi, hace 4 años, donde des­pués de una olla popular, 80 compañeros despedidos” Pero cuando finalmente se hi­cieron las elecciones y se abrie­ron las urnas la Verde-Bordo se impuso por 165 a 158 votos a la Celeste y Blanca. Se compro­bó que la mayoría de los traba­jadores había repudiado las amenazas de la burocracia westocampista que está entregan­do los convenios, hundiendo el salario, asentando en el gre­mio el “trabajo contratado ” y la “flexibilidad laboral’’ Este es un importante triunfo antibu­rocrático en un “bastión” de la burocracia celeste, lo que re­fuerza el llamado que hizo Asís a construir el Frente Bordó para encarar en todo el gremio las elecciones de internas en los establecimientos y para recla­mar la inmediata convocatoria al plenario de delegados para que vote un plan de lucha por el salario y repudie todo intento burocrático-patronal de aplicar el decreto 470 y de “vender” los convenios.