En la noche del jueves, se produjeron ocho nuevas detenciones de choferes enrolados en la oposición al secretario general de la UTA. Dos semanas atrás, este sector ocupó la sede del sindicato para reclamar la renuncia del secretario general, Jorge Flores, completamente entregado a las patronales. Las ocho detenciones producidas el miércoles a la noche se suman a otras cuatro, realizadas ese día. 

 

Entre los detenidos, se encuentran el secretario adjunto de la UTA, Sixto Tagtagi, el secretario gremial, Omar Pereyra, y otros delegados y activistas. Además, se sumaron 15 nuevos despidos en empresas del transporte, la mayoría de ellos de las empresas Urkupiña y San Antonio de Orán.

 

La persecución sobre el sector opositor se realiza con un operativo conjunto de las fuerzas de seguridad, la Justicia, las empresas y la burocracia sindical. En los últimos días, comenzó una verdadera “caza de brujas” sobre la oposición, con el despido a mansalva de quienes cuestionan al sector de la conducción subordinado a las empresas. 

 

A los detenidos se les imputan delitos penales no excarcelables, como secuestro coactivo y robo en banda, sin fundamento alguno. 

 

Hace 3 meses, el gobierno de Urtubey y la Justicia sostuvieron imputaciones similares sobre diez mujeres despedidas del municipio de Cerrillos, a las que tuvieron detenidas por 20 días.

 

Los choferes en Salta viven toda clase de atropellos por parte de las empresas que, además de violar el convenio colectivo, les hacen pagar los arreglos de los colectivos en caso de choques. Las empresas imponen a los choferes circular a alta velocidad para cumplir con los horarios. Los ahora detenidos reclamaban con toda justicia la renuncia del secretario general que les daba la espalda a estos reclamos.

 

Las patronales de SAETA, empresas mixtas de transporte en la provincia, han crecido desde Romero hasta la actualidad a la sombra del Estado, con fuertes subsidios directos al sistema. Estos beneficios fueron sostenidos desde el orden nacional (con el kirchnerismo) y provincial, a lo que se sumó un aumento desmesurado en los boletos. Aun así, varias de las empresas, particularmente en el interior, siguen manteniendo trabajadores en negro. 

 

La burocracia de Oscar Cruz, anterior secretario general de la UTA salteña, fuertemente denunciada por los trabajadores, fue cómplice de estos atropellos por 35 años, lo que llevó en su momento al planteo de una superación por medio de la lucha de estos compañeros actualmente perseguidos. 

 

Actualmente, Flores recibe el apoyo de la vieja burocracia local y nacional de la UTA y es denunciado por colaborar con las empresas en los despidos de quienes salen a rechazar los atropellos patronales. Cuestionado por la mayoría de los afiliados, Flores pretende quedarse en la dirección del sindicato metiendo presos y colaborando con los despidos de la oposición combativa.

 

Desde el Partido Obrero, junto a las esposas y familiares de los detenidos, iniciamos una enorme campaña de rechazo a las detenciones, por la restitución a los puestos de trabajo y contra la persecución de los trabajadores opositores de la UTA, avalada por el gobierno y la Justicia salteña. Llamamos al conjunto de las fuerzas políticas, sindicatos, comisiones directivas y a la población a pronunciarse contra estos atropellos.