Sindicales
21/6/2001|711
Gravisimos atropellos a los familiares y torturas a los presos
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Los detenidos ya suman 63. Muchos de ellos son menores de edad, chicos de 13, 14, 15 y 16 años, acusados de sedición y otras yerbas. Todos los detenidos a partir de la intervención de la gendarmería contra el piquete de General Mosconi fueron golpeados al momento de ser apresados, luego cuando fueron trasladados y por último en los lugares de detención.
Todos fueron amenazados para que no denunciaran los apremios. A esta tarea se ha prestado el diputado provincial Belmont, quien apareció presionando, en un arreglo con la gendarmería, para que los presos no fueran asistidos por la abogada Mara Puntana. A ésta, al igual que a los familiares, se le prohibía tomar contacto con los presos. Se llegó al extremo de presionar a los familiares, incluso delante de los medios, para que no denuncien nada.
En el propio Juzgado hablamos con María Cristina Szanto, madre de un menor detenido:
¿Qué pasó con tu hijo?
Estaba en la entrada de Tartagal, allí lo detienen, lo trasladan, lo golpean y lo someten a todo tipo de maltrato. Nunca me avisaron de la detención de mi hijo. Cuando no regresó a casa hice averiguaciones y me negaron que estuviera detenido, incluso cuando viajé a Salta y fui al Juzgado Federal me negaron que mi hijo estuviera detenido.
¿Qué piensa hacer?
Ya hice la denuncia a la fiscalía, ahora la voy a hacer a los medios y también a los organismos de Derechos Humanos. Todos los chicos están muy golpeados y todos amenazados para que no denuncien. Tenemos que terminar con estos atropellos.