Luego del enorme y ostentoso despliegue de la infantería de la Bonaerense (enviada por Kicillof-Berni) del 2 de noviembre a la noche, en el interior del playón de la planta de Gri Calviño, que amenazaba con convertirse en un nuevo Guernica, la policía retrocedió en sus pretensiones represivas y los trabajadores que estaban dentro del playón desde hace dos semanas en respuesta al lock ourt patronal, pudieron unirse con los que esperaban fuera de él para permanecer en el estacionamiento, mientras la infantería se mantuvo en el playón.

Puede afirmarse que tal retroceso policial obedeció a la decidida campaña de difusión y denuncia que realizaron los trabajadores y que fue cubierta en tiempo real desde Prensa Obrera. Cabe recordar que la presencia de la policía era el complemento a la contraofensiva patronal que se manifestó en alrededor de cuarenta cartas documento con despidos, entregados el mismo lunes 2.

Como resultado de estas circunstancias se realizó, durante el mediodía del 3 de noviembre, una movilización de alrededor de 150 trabajadores de la planta metalúrgica situada en Bosques (Florencio Varela) al Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, que contó además con la presencia del secretario general de la UOM Quilmes-Berazategui-Varela, en la que se realizó una audiencia de conciliación entre la patronal, los delegados de los trabajadores de Gri Calviño acompañados de dirigentes de la seccional del sindicato y la presencia de funcionarios del ministerio.

La reunión tuvo una extensa duración de más de seis horas, durante cuyo transcurso los trabajadores pusieron en evidencia en la puerta del ministerio una enorme combatividad. La misma que se viene repitiendo desde hace tiempo y que se expresa en su cuerpo de delegados, haciendo sonar bombos y redoblantes y entonando cánticos de lucha.

El conflicto aun no está resuelto, en la medida en que la patronal aun no ha respondido a las viejas demandas incumplidas, contenidas en acuerdos firmados por ella en materia salarial, de categorías, quincenas adeudadas, etc. y la pretensión de sostener el lock out patronal para imponer la flexibilidad laboral y la sobreexplotación de los trabajadores.

Sin embargo, la resolución de conciliación obligatoria decretada por el ministerio implica que las decenas de despidos quedan sin efecto durante el período de quince días hábiles que dure la misma (que pueden ampliarse cinco días hábiles más) y la patronal debe pagar la quincena anterior adeudada.

El pliego de reclamos incluye, además de las reincorporaciones de todos los despedidos a sus puestos de trabajo, el pago de un adicional por Covid-19 mientras dure la pandemia, la movilidad por traslado de maquinaria en la producción de cada torre eólica, las recategorizaciones, el reconocimiento de categoría de oficial múltiple por el cumplimiento de varias especialidades en el proceso productivo, y otras cuestiones que forman parte de las demandas obreras y de acuerdos no cumplidos por la patronal. Estas serán objeto, a partir del mediodía del miércoles 4 de noviembre, de una reunión virtual del mismo tenor.

Mientras tanto, los trabajadores mantendrán la presencia en el estacionamiento de la fábrica hasta que las cuestiones que la patronal cumpla las demandas. Desde ya que una cuestión fundamental es el retiro inmediato de la infantería del playón de la fábrica. Corresponde añadir que los compañeros han abierto una cuenta para sostener la heroica y tenaz lucha contra los abusos patronales, la flexibilidad laboral y el incumplimiento de los acuerdos arribados y del convenio, conscientes de la necesidad de sostener la lucha y triunfar. Los trabajadores de Gri Calviño lo merecen con creces, por haber dado una demostración cabal de lucha contra la patronal. Sus métodos forman parte del arsenal histórico de las mejores tradiciones obreras. ¡Viva la lucha de los trabajadores de Gri Calviño!