Sindicales

20/10/2021

Hacia el quinto paro internacional de trabajadores de plataformas

El 3 de noviembre. Convocamos a concentrar a las 10hs en Obelisco.

Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR)

Nuevamente, conductores, repartidores y trabajadores de las aplicaciones en general de todo el mundo, vamos a reclamar el reconocimiento del vínculo laboral y de derechos por el trabajo que realizamos. Nuevamente, ponemos en pie una acción unificada, para denunciar la flexibilidad y el fraude pavoroso que cometen las corporaciones multinacionales, bajo la complicidad de los Estados de todo el mundo.

Lo hacemos sobre bases claras, expresadas en un documento común que recoge todos los reclamos que hacen a nuestra defensa material y moral, cuyo eje es el convenio colectivo y la pelea por regulaciones que acaben con la arbitrariedad patronal que esquiva la legislación conquistada por la clase obrera.

La continuidad de un plan de lucha

Durante la pandemia, rubros económicos de logística que desde hace algunos años vienen siendo copados en cada vez mayor medida por la llamada economía de plataformas, encontraron un terreno propicio como servicios “esenciales” para ganar posiciones en el mercado. Por supuesto, esto llevó a operar a mayor escala y un requerimiento de fuerza de trabajo.

Al sector, ya estructuralmente precarizado o en la informalidad, vino a sumarse todo un nuevo sector que sufrió el ajuste de planta en otros rubros. A partir de esto, las ganancias de estas empresas se multiplicaron, en medio de un reforzamiento de la competencia a la baja entre los trabajadores, en un sector donde el convenio colectivo no existe.

Pero entre los trabajadores hay un aire renovado que permitió resquebrajar la lógica competitiva. Tras una experiencia que fue desarrollándose en cada país, creció un movimiento de lucha, surgieron nuevas asambleas, organizaciones y sindicatos. Esa vorágine fue la que llevó a constituir una alianza internacional que puso en pie cuatro paros internacionales durante el 2020, de la cual nuestra agrupación ha tenido un rol fundacional y sistemático de construcción.

En Argentina, esta experiencia nos llevó a poner en pie la Asamblea Nacional de Trabajadores de Reparto, un nucleamiento de agrupaciones combativas que adhirió a las acciones internacionales y en su mejor momento llegó a nuclear a un sector de vanguardia de unos 300 activistas, organizando las caravanas al Ministerio de Trabajo, exigiendo reivindicaciones y el reconocimiento laboral.

Sin embargo, en la prácticamente totalidad los países esta bandera elemental no fue conquistada. En California, el Estado convocó un referendo para voltear la legislación progresiva que reconocía a los conductores de Uber y todavía continúa la pelea. En Italia, se viene negociando un convenio colectivo pero aún no hay regulación. En España, el único caso donde se avanzó en una regulación, las empresas están viendo qué artimañas hacen a sus formas de contratación para trampear la Ley Rider, lo cual expone también sus propias inconsistencias. Los fallos judiciales en todo el mundo que en su gran mayoría interpretan que existe relación de dependencia, lo cual ha permitido recuperar cuentas bloqueadas o indemnizaciones, no son todavía la regulación que necesitamos.

El significado del paro

La reacción obrera tras estas experiencias fue de mayor cautela. Las empresas han instalado el temor a que los reclamos derivasen en la fijación de horarios de trabajo, el achicamiento del salario o los cierres repentinos, cuando no existe ningún caso efectivo de que esto ocurra. Los retiros de inversiones, como el de Uber Eats en Argentina, o la absorción de Glovo por parte de Pedidos Ya, han estado ligados con la disputa entre las mismas empresas, que de a poco han ido produciendo una fuerte concentración del mercado, de a lo sumo dos o tres compañías por país.

Las luchas que han dominado esta etapa son defensivas, frente a la devaluación de nuestros ingresos o cambios arbitrarios en las condiciones de trabajo. Entre las corrientes de trabajadores que participan de estas acciones, están las que rechazan abiertamente el reclamo del reconocimiento laboral. Pero es también en estas experiencias donde se pone de manifiesto las desventajas de estar precarizados y falsamente calificados de autónomos, lo cual dificulta el acceso a canales de negociación.

Frente a los accidentes y muertes, provocados por la tendencia incesante a incrementar el rendimiento individual del pago a destajo, las empresas se vienen lavando las manos. La falta de coberturas por riesgos varios, lleva a una salida individual de sálvese quien pueda, con ingresos que no nos permiten echar manos a algún ahorro, ya que apenas nos permiten cubrir los gastos corrientes de vida. Es urgente que se reconozcan nuestros derechos laborales, para que esta cobertura sea integralmente financiada con los beneficios de las empresas, sin tocar el salario de bolsillo.

El paro internacional se inserta como una expresión avanzada de conciencia en una etapa con todas las características mencionadas. Retoma los métodos históricos de nuestra clase social, en contraposición a las burocracias sindicales que dejan avanzar todo tipo de ajustes y reformas antiobreras de la clase capitalista. Combate la tendencia a la integración al Estado que busca explotar cualquier período de quietismo.

Quienes dan la espalda al movimiento de lucha por derechos, por asociarlo automática y erróneamente a la burocracia sindical entreguista y parasitaria, dejan pasar la oportunidad de desenvolver la organización independiente y democrática de los trabajadores contra la superexplotación capitalista de las apps.

Las tareas hacia el 3N

Desde la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR), vamos a una gran campaña de debate y difusión de la convocatoria a la acción del 3 de noviembre a las 10hs en Obelisco. El jueves 21 de octubre, convocamos a una reunión abierta de ATR por zoom para poner motores en marcha. Llamamos a los trabajadores a replicar este llamado en cada juntada, cada local, a parar y movilizarnos. Ese día llamamos a los usuarios a no pedir por las apps.

¡Viva el paro internacional!