Con la movilización de ATE a Plaza de Mayo el 14 pasado y diversas medidas en distintos organismos, continuó el estado huelguístico en los gremios de empleados públicos. Mientras ATE anuncia una jornada de cortes de calles para el 21, la mesa de Upcn y otros gremios (bancarios, DGI, Sutecba) realizaría una manifestación sobre fin de mes. Es evidente que estas medidas aisladas y por separado de las burocracias gremiales son una política de derrota. Parten del hecho de que la rebaja salarial, la reforma laboral y el ajuste ya pasaron. ATE, por ejemplo, pone toda la energía en la marcha que llegará a Buenos Aires… el 9 de agosto (!!). Las burocracias han entrado por el aro de la concertación con el gobierno.

Pero no será fácil, la belicosidad de los trabajadores, amputados sus sueldos, es grande. Mientras organismos como Télam y Congreso entraron, no sin crisis, en “diálogos” con vistas a la reestructuración, en la DGI y en los bancos oficiales se retomaron los paros parciales. Otros, como Pami, salen a la lucha, al ser incluidos en el recorte salarial por nuevos decretos, que firmó el ‘progre’ Chacho Alvarez, para que nadie quede afuera.

Delegados y activistas de distintos organismos se están reuniendo, realizando un esfuerzo por coordinar acciones y programas que superen el divisionismo derrotista de las burocracias. El planteo central a impulsar es el aprobado por los trabajadores del Inti y de la Cnea y que, básicamente, también impulsa la interna del Garrahan: congreso de estatales, de delegados y activistas de todos los gremios y de trabajadores sin gremio, para preparar el paro general indefinido hasta la derogación del decreto 430 y demás medidas de ajuste.