La asamblea general del Sindicato del Neumático ha sido una gran demostración de los trabajadores. Para concurrir a la asamblea -que contó con casi 1.500 compañeros-, los trabajadores abandonaron sus plantas, algo que constituye en sí mismo una importante medida de fuerza. En el caso de Bridgestone-Firestone, la masiva concurrencia a la asamblea fue un golpe por partida doble, ya que la patronal jugó todos sus recursos para vaciarla e impugnarla, con la estrecha colaboración del Ministerio de Trabajo y de la kirchnerista seccional violeta de Llavallol.

 

El informe de apertura estuvo a cargo del secretario general, Alejandro Crespo, electo por unanimidad como presidente de la asamblea. Crespo recorrió la situación del movimiento obrero y las perspectivas de los trabajadores en las luchas que se avecinan frente a un gobierno que, asociado a las patronales, pretende descargar su crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Partiendo de esta caracterización, la asamblea votó por unanimidad el pedido de un 35% de aumento y la preparación de un plan de lucha.

 

El primer punto de la Asamblea fue el tratamiento de la primera memoria y balance presentada por el Sutna recuperado. Publicada con un mes de anticipación, e impresa y distribuida a todos los compañeros para que concurrieran a la asamblea con los datos y la información necesaria para discutir el punto, contrastó fuertemente con los viejos métodos de la burocracia.

 

El informe puso de manifiesto que un año atrás, la Violeta había dejado una situación de bancarrota, con una prestadora de salud que no cumplía elementalmente con las necesidades de los trabajadores y que además, reclamaba una deuda millonaria. La deuda total dejada por la burocracia kirchnerista asciende a casi 30 millones de pesos. Hoy, bajó considerablemente y, lo que es de suma importancia, se logró una mejora sustancial en el servicio de salud con una mayor y mejor cobertura en clínicas y profesionales.

 

La asamblea también modificó el punto del estatuto que permitía al sindicato realizar asambleas “fantasmas” para aprobar la memoria y el balance en el medio de las fiestas de fin de año. La nueva formulación establece, sin rodeos, que la comisión directiva debe convocar a asamblea antes del inicio de cada paritaria. En una línea del boicot a la asamblea, como la que promovieron las patronales y viejos burócratas kirchneristas, el MAS y el PTS realizaron una campaña “de pasillo” atacando a la dirección del Sutna recuperado, previa a la asamblea. Denunciando de conservadores a los dirigentes del sindicato, decían promover el 40% de aumento para la paritaria, planteo que luego no defendieron en la asamblea. La estéril campaña culminó con el MAS y el PTS votando el 35%. El faccionalismo encontró mil quinientos trabajadores discutiendo y resolviendo democráticamente y ni siquiera propusieron sus ideas como moción a la asamblea.

 

 

La pelea por el salario

 

La propuesta del 35% apunta a continuar superando las paritarias a la baja de la burocracia, que tuvieron un fuerte impacto en los salarios. Ya el año pasado, el Sutna tuvo que enfrentar una paritaria difícil, a días de haber recuperado el gremio. En esas condiciones, la paritaria alcanzó un 37% -varios puntos por encima de la inflación medida en ese período- quedando entre los sindicatos que consiguieron mayores aumentos. Hasta el momento, y cerrados el 40% de los acuerdos salariales nacionales, la burocracia de todos los pelajes ha promediado el 21% de aumento, en un cuadro inflacionario que ya supera el 25%. La lucha de los trabajadores del neumático debe ser tomada como una pelea central para todos los que se reivindican defensores de los intereses de la clase obrera. Cada paso en la construcción de un sindicato clasista, democrático y de lucha está estrechamente ligado a los objetivos que se proponen los trabajadores. Con el mandato de esta enorme asamblea general comienza un período de lucha. Todos con el Sutna recuperado.