Sindicales

20/11/2003|826

Hospital de Niños

El intendente electo de Tandil, el radical Miguel Lunghi, continuó de “campaña” después del 14 de septiembre.


El principal anuncio, “faraónico”, fue la puesta en marcha de un Hospital de Niños comprando el edificio del ex Policlínico Ferroviario, que se financiaría con plata de la provincia y un impuesto a la población de tres pesos, que se legitimaría a través de un plebiscito.


La improvisación del anuncio salió a flote enseguida, cuando los dueños del Policlínico dijeron no estar dispuestos a vender. Lunghi deberá llevar adelante el Hospital ya que se lo “prometió” a su amigo personal, el pediatra Carlos Equiza, luego de que la interna radical lo desplazó de la Secretaría de Cultura.


El Partido Obrero no dudó en plantear la necesidad real de cuidar la salud de nuestros niños.


Pero nuestras necesidades no implican que realicemos más sacrificios. El PO rechaza el impuesto regresivo de tres pesos, porque pagarlo no es lo mismo para un terrateniente que para un jefe de hogar desocupado. La salida es imponer un impuesto a las grandes fortunas, que incluya a los bancos y supermercados que operan en la ciudad. Este impuesto lograría financiar el Hospital y satisfacer otras necesidades de la población.


El PO rechaza el plebiscito y reclama la conformación de una Asamblea Popular con delegados electos en los barrios para llevar adelante la implementación del Hospital, controlar el cobro del impuesto y fijar nuevas prioridades.


Diversos sectores gremiales y estudiantiles están discutiendo oponerse al impuesto. Se avizora un 10 de diciembre “tormentoso” para el intendente electo.