Sindicales

6/1/1988|212

Hospital Español: tenaz resistencia contra el vaciamiento

A 3 semanas del ataque de Ríos Seoane y “su” directorio contra el Hospítal Español, el establecimiento está prácticamente desactivado. Diariamente salen nuevos telegramas de suspensiones y despidos que se suman a los 140 iniciales, violentando todas las disposiciones e intimaciones ministeriales de reincorporar al personal. Se adeudan la mayor parte de sueldos y aguinaldos de trabajadores y médicos y se ha interrumpido la atención, evacuando a la casi totalidad de los internados. Ríos Seoane ha declarado la virtual quiebra financiera de la institución y su accionar se dirige a descargar las costas sobre el personal y los pacientes. Por eso ha anunciado que despedirá a la mitad del personal y que “de la atención de PAMI se encargue el Estado”.

La clave del operativo consistió en el vaciamiento del hospital para aislar a la masa de trabajadores (en su mayoría suspendidos) de la Comisión Interna y el cuerpo de activistas. Los pocos trabajadores en actividad que quedan están sometidos a un régimen de terror y de superexplotación.

Semejante atentado contra una fuente de trabajo y centro de salud pública de tal importancia, sólo puede progresar con la colaboración del Estado y la complicidad de las burocracias gremiales. Y así es. El Ministerio de Trabajo, frente a la violenta transgresión de la conciliación que él mismo decretó, se ha limitado a exhortaciones anodinas. Los viejos elementos de la ex-Interna de West Ocampo organizan el carneraje para apoyar a R. Seoane y atacar a la Interna y los activistas. Y la Directiva “izquierdista” de ATSA, una vez más, está dejando desangrar el conflicto. Ni ha soñado con movilizar al gremio contra el vaciamiento del Español; ni siquiera ha convocado al cuerpo de delegados. En cambio ha iniciado, en los últimos días, repentinas tratativas con R. Seoane, sobre la base de algunos vales de adelanto para las fiestas, sin plantear el cese de las suspensiones, los despidos y el desconocimiento de la Comisión Interna. Un operativo de pinzas para ahogar toda resistencia y “cerrar” definitivamente el conflicto.

La Interna clasista y antiburocrática, electa hace dos meses, y el cuerpo de activistas han hecho esfuerzos sobrehumanos para resistir solos la brutal ofensiva. Enfrentando las condiciones de aislamiento, dispersión del personal, intimidación y represión policial, han mantenido un centro permanente de agitación y difusión del conflicto.

Han editado sistemáticamente un boletín de lucha, llamado a socios, médicos y trabajadores de la sanidad a constituir un frente de defensa del Español. Organizaron una marcha de trabajadores al Ministerio, un acto en la puerta del hospital, y mantienen un fondo económico solidario con colectas permanentes en el gremio y la vía pública. Actualmente los delegados y activistas están planteando la cuestión clave, quebrar el aislamiento, articular la resistencia común de despedidos, suspendidos, médicos (que pararon 72 hs.) y asociados. Con eje en la denuncia del vaciamiento y el reclamo de la intervención del Estado para investigar los libros y el destino de los fondos y reabrir plenamente el Hospital, el objetivo es reincorporar a todo el personal y el cobro de los haberes adeudados.