Tal como hemos informado hace pocos días, en las negociaciones mantenidas con la patronal se llegó a un acuerdo. La intervención reincorporó a los compañeros despedidos. La Comisión Interna, por su parte, se comprometió a poner en consideración de una asamblea el pedido de “paz social” por 90 días realizada por la intervención.

La propuesta de la patronal consiste que en ese período nos abstengamos de tomar medidas de acción directa o iniciativas de lucha. ¿Qué ofrece a cambio? ¿Qué va pasar con los salarios, tanto con los adeudados como los de los próximos tres meses? ¿Qué pasa con el artículo 20 del concurso? ¿Se respeta el convenio o se marcha a un convenio de crisis? ¿Qué pasa con la estabilidad del personal? ¿Hay traslados o se respetan las condiciones de trabajo?

La patronal exige seguridades de nuestra parte, pero no está dispuesta a dar ninguna.

La propuesta de la intervención no guarda el menor equilibrio. Nosotros deberíamos renunciar a nuestra libertad de acción mientras que la patronal conserva plena libertad para hacer lo que quiera. No podemos entregar un cheque en blanco.

Reiteramos lo que venimos sosteniendo sistemáticamente. Venimos insistiendo desde hace ya tres meses, infructuosamente, sobre la necesidad de un compromiso. Hace tres meses, elevamos al interventor una propuesta y un pliego de reclamos y hasta el día de hoy nos vienen postergando una respuesta. En este pliego, elaborado con el aporte y enriquecimiento de todos los compañeros, establecíamos una serie de medidas conducentes a una reactivación del Hospital y mecanismos para asegurar el pago de los salarios y el funcionamiento de los servicios. Tenemos una propuesta, pero desconocemos hasta el momento la de la patronal.

Lo que constatamos con suma preocupación es que la precariedad se prolonga en el tiempo y no hay indicios de que se revierta. Vuelve a repetirse una película que ya conocimos bajo Tossi y De Leone, con pagos fraccionados y atrasos. Las cuentas no cierran. El déficit mensual es por lo menos de dos millones de pesos y cada mes que pasa va creando una bola de nieve. A la deuda vieja, atrapada en el concurso, ahora se le agrega la nueva. No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que por esta vía el porvenir del Hospital está seriamente comprometido.

Queremos conocer cuál es el plan de reactivación de la intervención y tener el derecho a discutirlo. Queremos discutir y fijar las bases dirigidas a sacar a flote y normalizar el Hospital, y hacerlo con la seriedad y responsabilidad que las circunstancias reclaman. Todos sabemos que la crisis del Francés no reside en el costo laboral sino en la gestión empresarial responsable de su vaciamiento. Tossi y Cía fueron muy lejos en el ataque a los trabajadores y eso no impidió que el Hospital se viniera a pique. No vamos a aceptar otra vez el mismo libreto que ya fracasó en el pasado.

Planteamos que, mientras abordamos las diferentes alternativas y propuestas de salida del Hospital, se establezcan seguridades básicas y elementales para los trabajadores, en lo que hace al salario, el convenio y la estabilidad laboral. Sobre estas bases, proponemos a la intervención firmar una acta-acuerdo de paz social por 90 días y homologarla ante el Ministerio de Trabajo.

Los puntos expuestos son un conjunto de reflexiones y propuestas que aportamos a la consideración de los compañeros en vistas a la asamblea que próximamente convocaremos para abordar el tema.