Luego de diez días de lucha quedó demostrada la arbitrariedad de los despidos de Cecilia Chavero, Fernando Suárez y Santiago Cayupán. El Ministerio de Salud de Río Negro tuvo que ordenar al director del hospital, doctor Daniel Bergero, la reincorporación de los delegados.

Se sumó el dictamen favorable de la Cámara Laboral a la medida cautelar, ordenando que “se retrotraiga la situación al momento anterior a la denuncia” esto es con los delegados adentro.

El doctor Bergero intentó, a cuenta y orden del gobierno de Saiz, descabezar a los dirigentes de la lucha contra la política privatista y de vaciamiento del hospital, de la precariedad laboral de sus trabajadores y de los bajos salarios.

Apeló a imponer el terror entre los trabajadores del hospital. Presentó la renuncia “indeclinable” pero aún se mantiene en sus funciones. Intentó desconocer el fallo y la orden ministerial. Fracasó en “juntar firmas” con un petitorio infame entre los trabajadores para respaldar la ejecución de los despidos. En forma abrumadora, los trabajadores del hospital – a pesar del terror que pretendió infundir- le dieron la espalda.

Finalmente, tuvo que enviar la notificación de reincorporación, pero guardándose para sí la maniobra de reubicar en otro sector y tareas a los compañeros Fernando y Santiago.

Fracasó, a pesar de las provocaciones y teatralizaciones que montó para quebrar a los compañeros y hacer que desistieran de esta lucha.

Fracasó el gobierno, frente a la solidaridad de la gran cantidad de organizaciones gremiales, políticas, sociales y estudiantiles, de compañeros de trabajo y pacientes que se pronunciaron por la reincorporación.

Seguimos peleando por la plena reincorporación de los delegados en sus puestos de trabajo y gremiales para reorganizar la lucha por el salario, las condiciones laborales y contra la privatización y el vaciamiento del hospital público.

Basta de aprietes y despidos. Reincorporación de todos los despedidos en Cipoletti, Choele Choel y Bariloche.