Los trabajadores del Hospital Central de San Isidro realizaron dos cortes en las últimas dos semanas. Entre otras cosas, reclaman la extensión de la jornada de 40 horas -conquistada hace unos años por los enfermeros- a camilleros, administrativos y personal de limpieza.

 

El Partido Obrero de San Isidro participó motivando el apoyo de los vecinos contra la precarización laboral y en defensa de la salud pública mediante volantes y afiches. Los voceros del PO acompañaron al cuerpo de delegados en algunos medios radiales.

 

Esta pelea “es el comienzo de un plan por todas las reivindicaciones”, afirman con mucha seguridad Cristina y Graciela, enfermeras y delegadas del naciente ATE-San Isidro. “Hoy pedimos un aumento de 5.000 pesos al básico porque nosotras cobramos 4.600, lo que es totalmente irrisorio. Para colmo, el gobierno nos está ofreciendo un 15 por ciento de aumento”.

 

Entre los reclamos más sentidos del hospital se encuentra la implementación de un sistema de franqueros: “ahora trabajamos de lunes a lunes y tenemos escasos francos consensuados, en los que hacemos horas extra para poder llegar a un ingreso para sostener los gastos del hogar”, explican. También reclaman el pase a planta de los contratados -que representan al 70 por ciento- y el equipamiento de las salas de internación.

 

Paritarias

 

A su vez, las paritarias municipales fueron postergadas hasta la entrada en vigencia de la ley 14.656 a mediados de julio, por lo que la situación laboral es insostenible y no encuentra otro canal de salida que la movilización.

 

San Isidro no tiene nada de “distinto” del resto de la provincia de Buenos Aires. “El hospital es pura hotelería”, denuncian las delegadas. “Tiene aire acondicionado y TV plasma, pero no el material necesario para las funciones de un hospital. Es el más importante del distrito y hace sólo un año que hay un tomógrafo y no hay material para hacer resonancias magnéticas”.

 

“El 70 por ciento del personal de enfermería es del primer año de la carrera”, denuncia enfáticamente Graciela, llamando la atención sobre el preocupante estado del servicio, “esta lucha es en defensa propia y en defensa del vecino”. Cristina reflexiona: “se produce una migración de profesionales al sector privado, están privatizando la salud. No hay una política para el futuro del hospital ni del sistema de salud público. Y nosotros tenemos que vislumbrar ese horizonte político en nuestra lucha.”

 

La movilización en el Hospital Central despertó el interés de numerosos trabajadores municipales. El martes 14, la burocracia del sindicato municipal se vio obligada a convocar una asamblea extraordinaria. Más de 150 afiliados votaron a mano alzada un paro con movilización al municipio, rechazando la oferta miserable de Posse del 15 por ciento al básico con un adicional no remunerativo por única vez por 1.000 pesos. Al día siguiente, la burocracia firmó el acuerdo por esa oferta original, dándole la espalda a las bases del sindicato.

 

Es un nuevo escenario para la lucha que ensancha la grieta entre los 5.000 trabajadores municipales y la burocracia possista.

 

Preparemos una lucha de conjunto por las paritarias, mediante asambleas en los galpones, escuelas y hospitales. El Partido Obrero de San Isidro estará movilizado junto a los municipales con esta perspectiva.