Los hombres y mujeres que protagoni­zaron hace tres meses el histórico Santiagueñazo siguen en la lucha contra la Intervención Federal hambreadora.

Los municipales de Santiago están cumpliendo una huelga por tiempo indefi­nido en reclamo de aumento salarial. Desde el comienzo de la huelga, la Inten­dencia se encuentra “custodiada “por el Cuerpo de Infantería de la policía provin­cial y varias decenas de militantes de la juventud radical … es decir, una “patota para-estatal”. El pacto Menem-Alfonsín no podía presentar ante los explotados una imagen más nítida y fiel de su carác­ter: hambre y represión.

Después de una semana, la huelga se endurece ante la intransigencia patronal: “Si no pagan la bonificación —declaró el secretario general de los municipales- no vamos a poder contener los des­bordes de la gente”. Los trabajadores marchan a un nuevo Santiagueñazo.

Pero no sólo los municipales están en lucha; tos médicos provinciales han cum­plido un muy masivo paro de 48 horas contra la rebaja salarial, la extensión ho­raria y la exigencia de desempeñar un único cargo que pretende imponerles la Intervención. Schiaretti se niega a reconocer el aumento estableado en un “acta acuerdo” que los médicos le arrancaron al ex gobernador Lobo.

Curiosa “continuidad Jurídica” la de esta Intervención menemista que desco­noce el “acta acuerdo” pero sigue man­teniendo a rajatabla la “ley ómnibus” que aprobaron tos “corruptos” para despedir empleados públicos y reducir tos sueldos. Schiaretti se caga en la “continuidad Jurídica”; la única “con­tinuidad” que rige en Santiago es la del hambre y la miseria menemistas. Pero el pueblo, que se sacó de encima ya una vez a tos hambreadores, no tolerará por mu­cho tiempo a sus continuadores.