La Federación de gremios de Profesionales de la Salud (Fesprosa), con presencia en 14 provincias, convocó un paro nacional que se realizó el miércoles 3 de marzo en repudio a la represión y en apoyo a la lucha de los trabajadores de la salud de Santiago del Estero. Allí, la precarización de los contratos de trabajo afecta a 5.600 de los 8 mil trabajadores, de los cuales, la mitad cobra un salario de 600 pesos.

El conflicto lleva seis meses. El gobierno provincial cesanteó a 32 trabajadores y, junto con la burocracia de Atsa, acusó a los huelguistas por la muerte de un paciente con enfermedad terminal. Atsa había pedido al gobierno de Tucumán que la policía ocupe los hospitales con motivo del conflicto de la salud en esa provincia. En la provincia de Buenos Aires se produjo el paro de Cicop en solidaridad con Santiago del Estero.

Ahora, Tomada convocó a Fesprosa para intentar “solucionar” el conflicto. La Iglesia llamó a acercar posiciones, pero nada se dice de la recomposición salarial. La mesa provincial de Fesprosa saludó la intervención del clero.

Hay voluntad para seguir con el paro por tiempo indeterminado y las movilizaciones hasta que el gobierno reincorpore a todos los cesanteados, recomponga los míseros salarios y se incorporen a la planta a los trabajadores con contratos precarios. La reincorporación de los 32 trabajadores cesanteados, un salario digno y el pase a planta de 5.600 contratados.