Sindicales

23/10/1998|605

Huelga triunfante en Perfil

El miércoles 14 a las 6 de la mañana, los gráficos de Perfil fueron a la huelga por la reincorporación de un compañero. Después de un paro total durante toda la jornada, a la medianoche se superó el conflicto con la reincorporación. No ocurría algo así desde hace dos décadas, desde que existe el taller. El propio Fontevecchia dijo, en la reunión final, “es la primera vez que me tuercen el brazo de esta manera”. Claro, la revista Luna venía a los tumbos y podía ser amenazada la salida de Noticias. La patronal no estaba preparada para enfrentar semejante reacción obrera ante el despido.


En la década del ‘80, en pleno ascenso del gremio, hubo paros parciales por turnos ante despidos de activistas que no pudieron revertirse y la patronal transformó en política sistemática la limpieza de elementos combativos con la venia eterna de ‘representantes’ de Perfil en la directiva del Sindicato Gráfico Argentino. Todo ese esquema estalló en este conflicto porque sus motivaciones son más profundas que el despido mismo y están colocadas en el centro de los problemas del momento de toda la clase obrera.


Desde hace un mes, sucesivas asambleas generales de taller vienen rechazando un proyecto patronal de multifunción que implica desplazamiento de compañeras de una sección a otra, cubriendo huecos y faltantes. Los compañeros no sólo votaron en contra sino que cada día enfrentaban la orden de capataces y supervisores negándose a desplazarse. El compañero despedido, de impecables 18 años de antigüedad, precisamente hizo eso . La defensa del represaliado fue, entonces, la defensa de toda la fábrica, la defensa del plan de lucha contra la multifunción y un golpe en regla contra la Reforma Laboral, cuya reglamentación no esperaba la patronal.


La decisión de reunir los dos turnos (noche y mañana) a las 6, sin “esperar el mediodía”, fue clave. Pero en las largas horas del paro los trabajadores derrotaron varias veces a la patronal y a la burocracia. Primero, la patronal “no se reunía si no levantaban el paro”: se reunieron con paro ante la intransigencia obrera. Tras horas de intentar ablandar a los delegados, la patronal ‘bajó’ la propuesta clásica: que levanten por 48 horas para hablar y el compañero que espere afuera, lo que el ongarismo ha bautizado ‘conciliación voluntaria’. La asamblea del mediodía con el turno entrante, recién enterado del paro, repudió de cuajo la maniobra a viva voz y forzó un hecho político trascendente: el ‘líder sustituto’ del ongarismo, Néstor Amichetti, se sacó la careta y “para no dividirnos” propuso aceptar sin votar una moción única de levantar por 24 horas en lugar de 48. Es decir, para no dividir a los obreros de la patronal y quebrar el paro en seco. La derrota fue total, se votó a mano alzada y la masa de la fábrica reafirmó la huelga general hasta la reincorporación.


Para ese entonces, la Agrupación Naranja había comunicado el conflicto a las Comisiones de numerosos talleres del gremio, algunas estábamos ya en la puerta, junto a la flamante interna de prensa de Perfil, que debutaba con una solidaridad intersindical que había tenido antecedente cuando los gráficos apoyaron la ocupación del cerrado diario. Y la solidaridad no quedó allí, los delegados de prensa volvieron a informar y emitir un comunicado a sus compañeros en casa central y la Naranja Gráfica emitió una declaración a todo el gremio, llamando a no hacer las revistas de Perfil y a imponer un inmediato plenario general de delegados. El tema de la convocatoria al plenario fue tomado por la mayoría de la interna gráfica en conflicto y el 6 de octubre presentó más de 200 firmas de todo el taller exigiéndolo, un hecho revelador de una conciencia del carácter general de la lucha emprendida.


Todo este rico proceso político en Perfil no es tampoco un hecho aislado en el gremio, al contrario, es la punta de una resistencia muy amplia en casi todas las grandes plantas, aunque fragmentada y ocultada a sus propios protagonistas por la política criminal de la burocracia que deja correr taller por taller la enorme presión flexibilizadora de la patronal apoyada en el golpe político de la aprobación de la Reforma Laboral. La ex-Atlántida (AyC) ha rechazado en asamblea un convenio de “jornada mensual” de 184 horas que acabaría con sábados y domingos. La patronal de Morvillo intenta un turno americano con idéntico fin. Interpack I está en pleno plan de lucha contra una rebaja de premios que constituye disminución salarial lisa y llana y ha movilizado decenas de compañeros al sindicato y realizado asambleas generales que no se hacían desde hace 8 años. Crónica viene luchando para cobrar todas sus remuneraciones y se le ha anunciado una ‘reestructuración’ que abarcaría en algunos meses a unos 200 compañeros entre prensa y gráficos, IPESA‘sugirió’ rebajar el precio de las extras para ‘competir’ mejor y en La Ley ha quedado momentáneamente archivada una propuesta que afectaría el salario general.


Una acción de conjunto de todo el gremio potenciaría estas tendencias de lucha que expresó de manera aguda el paro de Perfil. La difusión de esta gran victoria obrera nos ayudará a consolidarla en Perfil mismo y a abrir una deliberación más profunda para imponer una acción de conjunto contra los convenios flexibles por empresa, por el reparto de horas en todo taller que despida, contra las rebajas salariales y por el aumento del convenio integrando demandas salariales como las de Talleres Unión hoy mismo o Instituto Salesiano no hace mucho.


A fábricas como Ciccone, cuya conducción trata de reformar la política del ongarismo desde adentro, tenemos que mostrarles que la salida para el gremio no pasa por esperar el ‘giro histórico’ de Ongaro sino por imponer la ruptura del sindicato con la patronal y con el régimen político, mediante una acción de lucha y una política independiente del activismo. Perfil marca este camino.