Alberto Fernández no está solo en su mundo, el “Planeta Alberto”, como agudamente lo calificó Romina Del Plá. Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores, consideró que el discurso anodino y encubridor del presidente fue “ordenador”, porque “no tuvo ambigüedades, fue contundente, se mencionó qué es lo que falta pero que todavía no sé profundizó, y denunció el avance de la Justicia en un discurso sin lubricantes”.

Hugo Yasky planteó que la palabra de Alberto marcó campos: “Los que se pongan fuera del encuadre que marcó ayer Alberto no van a estar en una tercera vía, van a quedar en el campo de la oposición”, y cerró filas con el 100% de inflación, los salarios de pobreza, las jubilaciones de indigencia, el 60% de aumento en los salarios y el pacto con el FMI.

Ctera, vecinos de Yasky en Planeta Alberto

Mientras, otros habitantes del universo albertista, la dirección de Ctera -principal gremio de esa CTA- se desmentía a sí misma y al propio Yasky. En un comunicado, Sonia Alesso y Roberto Baradel se vieron obligados a “solidarizarse” con las provincias en lucha que protagonizan –en la cara de Alberto y Yasky- uno de los comienzos de año más conflictivos, con 14 provincias con huelgas de no inicio. “La Ctera apoya y se solidariza con las luchas de Amsafe (Santa Fe), UEPC (Córdoba), Sute (Mendoza), Adep (Jujuy), AMP (La Rioja), Unter (Río Negro), Adosac (Santa Cruz) y Atech (Chubut)”. El olvido premeditado de la dirección de Ctera de los paros en Buenos Aires, CABA, Catamarca, San Juan, Neuquén y Misiones, impuestos por sectores ajenos a la dirección Celeste, hace más evidente el total fracaso de su política de entrega.

Ctera, hace exactamente 13 días, firmó con el gobierno de Alberto una paritaria nacional docente que fijó el salario inicial del maestro de grado sin antigüedad en la miseria de $130.000 y aceptó la violación de la jornada laboral docente, esto último calificado como “una de las transformaciones más importantes de la historia escolar argentina desde la sanción de la ley 1.420 a la fecha”.

Alberto Fernández y todos los sectores del Frente de Todos son la expresión política del nacionalismo burgués decrépito que ha llevado a los trabajadores argentinos a la indigencia y a la pobreza, y los Yasky, Daer, Moyano y compañía los figurones de una burocracia sindical igualmente decrépita, que paraliza los sindicatos y entrega las conquistas más preciadas de los trabajadores, para sostener este régimen de entrega, explotación y ajuste.

Las luchas de los trabajadores que enfrentan el ajuste fondomonetarista del gobierno de Alberto, Cristina y Massa, y explota en la cara de los Yasky y Baradel, son los cimientos para que la clase obrera imponga su propia salida.

No hay campo favorable para el pueblo trabajador “en el campo de Alberto”, como declaró el secretario general de la CTA. Es el campo de los capitalistas y sus políticos –pejotistas o de cambiemos-, y como lo demostró el mismísimo Yasky junto a Baradel, de los amigos de la embajada yanqui y del FMI.

Desde la izquierda tenemos que darle una salida a la crisis para que se vayan los políticos del FMI y que intervengan los trabajadores. Esa es la perspectiva del Partido Obrero en el Frente de Izquierda Unidad.

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