Sindicales

25/3/2010|1121

Iadarola y Marín, ahora con el heredero de Guillán

Bajo el título “Iniciamos el camino hacia la unidad nacional”, la directiva de Foetra acaba firmar un compromiso para la unificación del Sindicato Foetra Buenos Aires (y la Fatel, Federación Argentina de las telecomunicaciones que este encabeza) con la burocracia (ex menemista, hoy kirchnerista) de la Foeesitra, cuyo secretario general es el octogenario entregador Rogelio Rodríguez.

Quien fuera denunciado judicialmente por la directiva de Foetra por haber colaborado con la dictadura militar y la intervención del sindicato en aquellos años, hoy se sienta en una misma “mesa de enlace” con los dirigentes de Foetra para “iniciar el camino de la unidad”.

Mediante dos actas separadas, de un lado la comisión directiva de Foetra, (o sea el moyanista Iadarola y el CTA Claudio Marín) y del otro Rogelio Rodríguez –junto a los secretarios generales de los sindicatos de Córdoba, Mar del Plata y Bahía Blanca– ratifican su compromiso de discutir e impulsar un mismo temario y objetivo de cara a la obra social (“exigiendo aportes extraordinarios a las empresas”), el Fondo Compensador (una caja de aportes jubilatorios), el tema de los encuadramientos, la paritaria salarial y “la renovación convencional que se avecina” (acta flexibilizadora de la Foeesitra), entre otros puntos.
Se cierra un ciclo. El que se inició en el ’97 cuando la Lista Azul y Blanca (en esa época mesa de enlace) echó a la burocracia guillanista de la Foeesitra (Lista Marrón) del Sindicato Foetra Buenos Aires y abrió un curso de lucha y de recuperación de conquistas contra las empresas privatizadoras y negreras.

En el año ’98, una asamblea general de miles de telefónicos de Foetra votaba a mano alzada la desafiliación de Foeesitra. Doce años después, la directiva de Foetra “vuelve” a la “unidad nacional” sin pasar por una asamblea como aquella. El “gordo” Rogelio Rodríguez integra el consejo directivo de la CGT Moyano. Asistimos a una operación de los K, presente en ambas directivas, y de los pulpos telefónicos, (aliados estratégicos K, como se vio en la ratificación del monopolio de Telefónica y Telecom y en la promesa del ‘triple play’ por parte de la Presidenta cuando se discutió la ley de medios). La Agrupación Naranja había denunciado hace dos años que “El fantasma de Guillán volvió a Foetra” y no nos equivocamos.

Pero lo peor está por venir. La directiva se unifica con la Foeessitra para hacer pasar una reforma del convenio que acaba con gran parte de las conquistas defendidas durante años. Quieren acabar con cualquier vestigio del control de los lugares de trabajo que se abrió con la recuperación de Foetra y las sucecivas luchas de pasantes y contratados.

Vienen por la polifunción completa, el congelamiento de las categorías, los incentivos por producción, etc. Y, desde luego, los ajustes salariales por debajo de la inflación que manda la Casa Rosada para las presentes paritarias. En estos puntos Rodríguez, Iadarola y Marín coinciden. La lucha por una nueva dirección clasista en el gremio teléfonico está planteada en todas las seccionales del país de ambas federaciones. La Agrupación Naranja llama a todo el activismo combativo a tomar en sus manos esta tarea.