Sindicales

14/11/1996|519

iiViva la ocupación de Ciadea!!

Los trabajadores de Ciadea resol­vieron la ocupación de la planta a las 16.30 del martes 12, contra la ‘tercerización ’ de Mantenimiento, horas des­pués que la empresa comenzara a tras­ladar compulsivamente a los traba­jadores a Polymont, la empresa subsi­diaría de Renault que pretende hacer­se cargo de este sector.


Algunos compañeros de Manteni­miento recibieron la notificación de su ‘tercerización’ por escrito, otros fueron conminados dentro de la planta a firmar una planilla aceptando el traslado. No lo hicieron y comenzó un paro interno en todo el sector hasta la asamblea general de planta que resolvió la toma.


La moción de ocupar la planta tuvo el apoyo y la adhesión de la mayoría de los trabajadores —sólo 100 se retiraron al momento de la toma— y fue hecha por la burocracia con apoyo de delega­dos de la planta, en oposición al plan­teo de paro activo provincial de todo el SMATA defendido por los compañeros de Mantenimiento. La burocracia decidió impulsar esta medi­da ante su propia crisis y el fracaso de toda su política anterior, que era aislar la lucha de Mantenimiento del resto de la planta y de todo el SMATA y llevar a los trabajadores a aceptar la *terceri­zación’ por medio del desgaste. El día anterior, la burocracia había sido masi­vamente repudiada en un plebiscito en Fiat (ver artículo). Dos días antes, ha­bía sido derrotada en la asamblea de Mantenimiento.


“¿Qué va a hacer el SMATA?”


En una asamblea realizada el sába­do, José Campellone advirtió sobre la inminencia de estos traslados y pre­guntó a los trabajadores: “¿Qué ha­cemos?”. Estos respondieron: “¿qué va a hacer el SMATA?”. “Tendría­mos que largar un paro en Cia­dea”, respondió el burócrata. “En Ciadea sólo no, en todo el SMATA, porque éste es un conflicto que nos afecta a todos”. La burocracia quedó sin respuesta, y aunque Campe­llone planteó que “en el resto de las plantas la situación es normal”, los trabajadores resolvieron que el SMA­TA convoque a un paro provincial, que se monte una guardia desde el lunes 11 a las 6 de la mañana en fábrica, no firmar absolutamente nada y denun­ciar ante el ministerio la amenaza pa­tronal que viola las negociaciones en­tabladas.


Lo que está en juego


La ‘tercerización’ de Manteni­miento ¡que ocupa a 450 trabajadores) es un objetivo estratégico de la patro­nal de Ciadea y del conjunto de las patronales automotrices, para some­terlo a un convenio ‘flexibilizado’ distinto al de Ciadea y que incluya, a plazo fijo, un salario por debajo de los niveles actuales y atado a la ‘produc­tividad’ (ver nota).


¿Qué reclaman los trabajadores de Mantenimiento? El pago de la indem­nización por el cese de su relación labo­ral con Ciadea, el mantenimiento del salario, la antigüedad y el conjunto de conquistas del convenio actual, el com­promiso de no alterar este régimen por cinco años (tiempo de la concesión a Polymont) y que el convenio rija para todo el personal que trabaje en la ‘nue­va’ empresa. La patronal ha plantea­do una maniobra artera: reconoce sa­larios y antigüedad a los operarios de Mantenimiento ‘hasta la firma de un nuevo convenio con el Smata’, que puede producirse no bien los tra­bajadores den un paso atrás, y tam­bién se reserva el derecho a fijar un salario y condiciones de trabajo dife­rentes a los nuevos ingresantes a Poly­mont.


Los compañeros de Mantenimiento tienen un programa claro y se dieron una organización, eligiendo a 26 repre­sentantes en asamblea, con el mandato preciso de participar en cada reunión con la empresa y el Ministerio de Tra­bajo. Un programa, una organización y una política. En los plenarios de los delegados de base se resolvió exigir el pronunciamiento del SMATA y de cada una de las comisiones internas sobre su lucha, planteando que era una batalla de conjunto, porque si se imponía la ‘tercerización’ en los términos patro­nales, se venía la rebaja de salarios y la ‘flexibilización’ para todos los traba­jadores automotrices. De esta com­prensión surgió el reclamo del paro ac­tivo provincial.


Una nueva situación


La ocupación revela que se ha que­brado la política de aislamiento orga­nizada por la burocracia. El supuesto desinterés de los trabajadores del res­to de la planta por la suerte de los compañeros de Mantenimiento fue una política deliberada de la cúpula del SMATA, que encalló ante el ascen­so del movimiento obrero, expresado en los imponentes paros generales, los piquetes, la ocupación de FIAT, la vic­toria relativa arrancada en Cormec (la ocupación tuvo un gran eco en Ciadea) y la resistencia de los propios compa­ñeros del sector a ‘tercerizar’. La bu­rocracia está profundamente golpeada y en crisis, repudiada en FIAT luego de haber perdido las elecciones en Ciadea por escándalo, y de Ber repudiada por


su política de desangre frente a los despidos en julio. Cuando parecía que venía la ‘paz social’ ansiada por la patronal y la burocracia, comenzó la lucha solitaria de los trabajadores de Mantenimiento contra la ‘terceriza­ción’ (“No canten victoria…”, diji­mos en ese momento). A estos dos fac­tores hay que agregar un tercero: el surgimiento de una vanguardia obre­ra de características independientes, que se propuso enfrentar tenazmente los planes patronales en Manteni­miento e hizo alargar los ‘tiempos’ que se había fijado la empresa.


El convenio de Ciadea está vencido


Un dato que la burocracia mantie­ne como ‘secreto de Estado’ es que el convenio de Ciadea está vencido. Esto abre la posibilidad de elaborar un an­teproyecto por un nuevo básico, dero­gar todos los acuerdos ‘flexibilizadores’ y ‘tercerizadores’ en marcha y elegir una comisión paritaria respon­sable ante la asamblea general.


Este punto, sin embargo, no figura en el programa de la ocupación. El planteo de rechazar la ‘terceriza­ción’ es, para la burocracia, de pura forma, y todo su interés puede estar en desactivar la toma sometiéndose a la conciliación obligatoria y dividiendo a los trabajadores en tomo a alguna pro­puesta que, a cambio de un ‘plus indemnizatorio’, habilite la política pa­tronal.


Por estas razones, el programa de la ocupación debe consistir en la sus­pensión de la ‘tercerización’ y la apertura de paritarias para todo Cia­dea. Las consignas son: paro activo provincial de todo el SMATA, incluido FIAT, y asamblea general de todos los trabajadores mecánicos en la puerta de Ciadea para resolver la continuidad de la lucha.