Sindicales

31/8/2015

Impedir el cierre de Paraná Metal

Una lucha de todo el movimiento obrero


La fábrica de fundición y autopartes de Villa Constitución, Paraná Metal, pretende cerrar definitivamente sus puertas y dejar en la calle a las últimas 200 familias que dependen de la planta. Su actual dueño, “el zar del juego” Cristóbal López, ya envió 180 telegramas de preaviso a los trabajadores. Le pusieron fecha al cierre, el próximo 31 de octubre.


El historial


La crisis de Paraná Metal arrancó hace siete años cuando comenzaron suspensiones y además despidos en las empresas contratistas. En 2009, el gobierno nacional instaló a Cristóbal López al frente de la planta y, en 2010, estalló un gran conflicto contra el cierre de la planta. Fueron más de 30 días de corte de autopista y un esfuerzo descomunal de los trabajadores de la fábrica y del resto de los metalúrgicos de la ciudad, con el apoyo de la comunidad de Villa Constitución. La dirección de la UOM nacional entregó el conflicto y la UOM seccional dirigida por Piccinini la dejó hacer. Terminaron aceptando un acta acuerdo que dejaba en la calle a 900 de los 1.100 puestos de trabajo. Liquidaba el convenio de autopartes (laudo 29) y destruía las conquistas particulares de fábrica. Un brutal golpe y retroceso, que le significó a Piccinini la pérdida de la dirección de la UOM Villa Constitución. En ese 2010, Paraná Metal quedó reducida a una pyme de 200 trabajadores, lo que significó una verdadera catástrofe social para la ciudad de Villa Constitución.


De la reapertura virtual al vaciamiento final


En noviembre de 2012, CFK inauguró por video-conferencia la nueva Paraná Metal. Con un discurso que rayaba el cinismo, saludaba la “inversión y producción”. Pero, con Cristóbal López al frente de la empresa, se amasaba el progresivo vaciamiento. En los últimos cuatro años la inversión fue mínima y la empresa no buscó clientes. Ahora, con niveles de producción por el suelo, anuncian pérdidas millonarias mensuales y hasta el cierre definitivo “si no cambia la situación”.


El progresivo desmantelamiento de Paraná Metal se operó todo el tiempo desde el Ministerio de Trabajo de la Nación. A cada paso, para llevar adelante su cometido, el gobierno nacional contó con la complicidad del gobierno del Frente Progresista.


La tarea es prepararse para enfrentar los despidos. La UOM Villa Constitución debe convocar urgentemente a los metalúrgicos y a la clase obrera de toda la región y resolver un plan de lucha para defender los puestos de trabajo y pelear por un programa obrero. Frente a la caída inmediata de producción en la planta, que se repartan las horas de trabajo entre todos los trabajadores sin afectar el salario. Que el Estado tome a su cargo la empresa y garantice un plan de producción y un comité electo por los trabajadores investigue los libros de la empresa, para dar a conocer todos los chanchullos que la 'gestión' Cristóbal López oculta.