Según las escasamente confiables usinas del oficialismo, en las elecciones de la Cta-Mendoza más del 12% de los votos fueron para la lista clasista. Esto es, alrededor de 800 compañeros. Sobre un supuesto padrón de más de 60 mil compañeros, habrían votado casi 8 mil.

La única corriente que militó, y en verdad modestamente, por la lista opositora fue Tribuna Estatal (Lista Violeta), corriente adherida al Polo Obrero, que actúa en el gremio de Ate (el Mst llevó una candidata docente, pero no hizo absolutamente nada). Tribuna Estatal sacó un boletín especial, el N° 2, llamando a votar por la lista opositora, aunque fue muy reducida su intervención en la fiscalización de los comicios. Más de la mitad de las 200 urnas provinciales eran “móviles”. Tribuna Estatal había militado a favor de las lista nacional opositora de Ate, en la cual participaban dos destacados compañeros del gremio provincial.

La elección de la Cta provincial tuvo un ingrediente destacado. Hubo un fuerte enfrentamiento entre dos sectores centroizquierdistas, ambos reclamando la “representación” de De Gennaro. Por un lado, marchaban los dirigentes de los dos principales gremios, Sute y Ate. Por el otro, un sector ligado a la Ftv y D’Elía. Si bien los primeros arrancaron el 75% de los votos en la elección provincial, los enfrentamientos, incluso de carácter físico, entre ambos sectores revelan un principio de crisis no sólo de aparato, sino especialmente al interior de ambos gremios.

El desafío que plantean estos desenvolvimientos, y especialmente los 800 votos de la oposición, es la definitiva puesta en pie de una corriente clasista al interior de la Cta provincial, y especialmente en Sute y Ate, alrededor del Polo Obrero.