Sindicales

19/9/2002|772

Importante movilización a la casa de Duhalde

Respuesta a las intimidaciones contra las asambleas populares

El viernes 13, una nutrida manifestación de más de 800 compañeros realizamos un acto frente a la plaza de Lomas de Zamora, ocupamos los dos carriles de la avenida Hipólito Yrigoyen, y marchamos a la casa de Duhalde. Denunciamos a los medios radiales allí presentes, las amenazas y el secuestro del que fue objeto un compañero de la Asamblea Popular de Temperley, que se suma a otras apretadas y agresiones sufridas anteriormente por jóvenes de la misma asamblea. Fue notable la ausencia total de medios televisivos y radios de alcance nacional, frente a una acción de lucha masiva y unitaria, que fue ampliamente difundida por las comisiones de prensa de las asambleas. Tanto es así que recibimos adhesiones de asambleas de Capital, fábricas ocupadas, organismos de DD.HH., etc. Indudablemente, este bloqueo informativo está relacionado con que en su propio “pago chico”, el presidente de la Nación también está jaqueado por movilizaciones de repudio. La organización de esta respuesta a la represión se apoyó en la coordinación que nos dimos las asambleas, algunos sindicatos, organizaciones piqueteras, barriales, sociales, partidos políticos de izquierda, estudiantes. Quedando conformada esta coordinadora, para seguir discutiendo nuevas acciones de lucha en el distrito.


En el volante de convocatoria a la marcha, se llamó a movilizar por:


  • • Juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los crímenes contra la población.
  • • Desmantelamiento del aparato represivo.
  • • Autoorganización para la defensa de los barrios.
  • • Fuera la Gendarmería de rutas, puentes y barrios.
  • • Desprocesamiento y libertad a Castells y todos los compañeros.
  • • Fuera el gobierno que cobija y alienta la represión.
  • • Fuera Duhalde.
  • • Que se vayan todos.


Un párrafo aparte merece la intervención del Polo Obrero de la Zona Sur (fue la columna más numerosa), que tuvo a su cargo la seguridad de la marcha, ya que al comienzo aparecieron algunos integrantes de la patota del gobierno. La intervención política se plasmó en la venta de más de 90 periódicos. Y en la consigna que cantamos frente a Duhalde: “Qué cagazo, qué cagazo, piquete y cacerola, por un nuevo Argentinazo”.