Sindicales
3/10/2013|1288
Impresores: Sigue la huelga
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"No quiero otra Interpack u otra AGR". Con esta sentencia, Sebastián Recio, mandamás del directorio de Impresores, daba por concluida la última reunión con la comisión interna y alejaba la posibilidad de destrabar un conflicto que lleva casi un mes de huelga total, con piquetes dentro y fuera de la planta, choques con la policía, movilizaciones y cortes.
Pero la negativa de la empresa a sentarse a negociar el pliego de tres puntos -menos que mínimo- presentado por la interna no puede ocultar el rotundo fracaso de su política para quebrar la huelga.
La huelga sigue firme
Todo lo intentado hasta aquí concluyó en un fiasco; empezando por la temeraria maniobra de introducir policías a la planta para impedir que las asambleas hostigaran a los carneros. Recordemos que antes recurrió a la infantería para desalojar los portones de acceso.
La actitud firme de los trabajadores, que no se dejaron intimidar por la orden del juez Ceballos -plagada de irregularidades- y las denuncias penales que interpusieron contra él por abuso de autoridad, convencieron a la patronal de que había que recular. La presión de los activistas contra el sector que no se plegó a la huelga fue tal que, además de desistir de poner en marcha algunas máquinas, muchos anunciaron su decisión de renunciar a la empresa.
Los piquetes impidieron también el movimiento de los camiones (el sector de logística, encuadrado en camioneros, mostró una completa simpatía con la lucha pero fue impelido a trabajar por su sindicato). Luego de esto, la empresa resolvió licenciar por tiempo indefinido al personal no incorporado a la medida y dejar la planta en manos de los huelguistas.
Desde ese momento, salvo por unas cartas de intimación que fueron rechazadas, la patronal se dedica a "resistir". Un comunicado difundido en las carteleras dice que "los puestos de trabajo están a disposición de todos para el momento que deseen reincorporarse"… aunque "no se abonarán horas caídas ni premios".
Las repercusiones del conflicto
Aunque no ha logrado hasta ahora difusión nacional, el conflicto impactó mucho en los medios locales, y lo mismo la agitación desarrollada con volantes y pintadas en toda la zona.
El acto solidario que se realizó frente a la planta con la participación del Sutna de San Fernando, el Sitraic y decenas de comisiones internas, además la marcha hacia las oficinas de la Cepip (cámara empresarial del parque) tuvieron mucha repercusión entre los trabajadores, y sobre todo entre las patronales que temen un nuevo bloqueo. Luego del corte de Kromberg, la Cepip reclamó a la Justicia más celeridad para intervenir en casos similares.
Un plenario para borrarse
Quien no volvió a mostrarse, luego del fuerte encontronazo que sufrió con el activismo, es el sindicato. Incluso un plenario de la lista Verde dedicó la mitad de su temario al conflicto, con el propósito de explicar a su propia base por qué no participaba. Además de las consabidas diatribas contra la Naranja y los "troskos", el secretario de organización expuso una versión completamente deformada de las cosas. Dijo, por ejemplo, que el gremio nunca había sido consultado, cuando participó de todas las audiencias (cerca de diez); atribuyó la huelga a un reclamo salarial -como si eso fuese un pecado- cuando, en realidad, es por un despido, y criticó con "dolor" la división que se había generado entre los trabajadores de Impresores.
Pero toda la preocupación de la interna estuvo dirigida a unificar el taller; o, mejor dicho, a superar la atomización en que lo dejó la gestión de la anterior interna ligada a la Verde. La unidad es lo opuesto a la uniformidad paralizante; la unidad que sirve al movimiento obrero es la que se forja en la lucha por objetivos comunes. Visto así, el avance del taller en estos escasos meses ha sido extraordinario.
En resumen: todo lo que dijo la directiva fue simplemente una excusa para "avisar" que el sindicato se borraba: ninguna novedad.
Adónde va el conflicto
Contra los pronósticos pesimistas, la huelga sigue muy alta. Pasó el cambio de mes y las especulaciones sobre un levantamiento para no perder otra vez el presentismo (que representa un porcentaje importante del ingreso), que esperanzaban a la patronal, no se verificaron. La empresa no admite negociar con las medidas en pie y los trabajadores no parecen dispuestos a concederle otro cuarto intermedio. Así está este inmenso conflicto por estas horas.
Corte en la Panamericana
La difusión nacional que le faltaba al conflicto se logró con el corte de autopista Panamericana por un estruendoso piquete de 150 gráficos de Impresores, acompañados por otros tantos de la Naranja Gráfica y diversas organizaciones obreras. Pese a la celeridad de la intervención de la Gendarmería, el corte se mantuvo por casi dos horas y logró que numerosos canales y radios se hicieran eco de la protesta. Poco después, el Ministerio de Trabajo citó de urgencia a una audiencia en la sede de La Plata. De no mediar alguna propuesta de parte de la empresa, los trabajadores anunciaron que se que incrementarán sus medidas.