El jueves 5 de junio se realizó, en la sede del CTA, un acto ‘por la memoria del periodista desaparecido’, en cuyo panel de convocatoria fue incluido Raimundo Ongaro.

La Agrupación Naranja, reunida 24 horas antes con motivo de la próxima autoconvocatoria de delegados y activistas, adoptó una importante resolución política: impugnar la participación de Ongaro, caracterizando que concurriría a blanquearse ante activistas sindicales y de derechos humanos a poco de entregar a Vigil, a Menem y a la represión policial, la histórica lucha de los obreros de Atlántida.

La Naranja distribuyó el volante de la huelga “Ongaro se confiesa”, y uno especial para la ocasión, titulado: “Por la memoria de Rodolfo Walsh, por el juicio y castigo, no a la participación de Raimundo Ongaro”. En él señaló que “un acto por un desaparecido es siempre un compromiso de lucha contra la impunidad, por el juicio y castigo”, recordando el “apoyo de Ongaro al indulto a la Junta de Comandantes” y su participación “poco después en la plaza del sí de Neustadt y Barrionuevo en apoyo a Menem, al modelo y al indulto”.

En el mismo sentido llegó un volante del núcleo “coordinadora gráfica”, y una militante del CTA, desde el interior del local, distribuyó una fotocopia de la página 7 del Diario de las Madres de octubre de 1989, en el que se cita textualmente el comunicado de Ongaro contra la marcha del indulto, indicando que “no es momento de agitación irresponsable para fabricar una expresión opositora” y que “nuestra organización (el SGA) es solidaria con la gestión del presidente Carlos Menem para hacer realidad el proyecto de la revolución productiva”. La nota de Madres coincide, además, con la Naranja, en la denuncia de la disolución de la Comisión de Derechos Humanos del SGA por el apoyo al indulto, o lo que es lo mismo, el respaldo al gobierno, que según recuerda el volante Naranja, se materializó en”una reunión en la Rosada (de Ongaro con Menem) el día de la marcha de 120.000 personas contra el indulto”.

Mientras se repartían los volantes, llegó una patota de la lista Verde de Ongaro que insultó a los gráficos presentes hasta agredir a varios, entre ellos a Néstor Pitrola, provocación rápidamente conjurada por los propios activistas de la Naranja. Luego del incidente, la dirección del CTA, con la presencia de Víctor De Gennaro y Néstor Piccone, se reunió con los dirigentes naranjas Mario Paolini, Norberto Frasso y Néstor Pitrola, quienes explicaron su adhesión al homenaje y su indeclinable impugnación política a Ongaro. El CTA pidió, por su parte, salvar el acto y se quejó por el incidente. En la reunión se acordó repartir el volante en las inmediaciones, evitando que la delegación gráfica entrara al acto para que no se transformara en un mero enfrentamiento entre los activistas gráficos y la burocracia ongarista. Así se hizo.

Finalmente, Ongaro no concurrió al acto. Los delegados presentes presumimos que temió tener que dar explicaciones a los presentes sobre su política y sus compromisos con el régimen asesino de Teresa Rodríguez y Cabezas, de la policía del gatillo fácil, de la flexibilidad y el indulto, como lo marcara el volante de la Naranja.