Sindicales
21/11/1996|520
Indemnización – “tercerización”
Durante todo el proceso previo a la ocupación, con el Smata declaradamente a favor de las ‘tercerizaciones’, los trabajadores de Mantenimiento se dieron como política el planteo de cuatro puntos: el pago de la indemnización por el cese de su relación laboral con Ciadea; el mantenimiento del salario, la antigüedad y el conjunto de las conquistas del convenio actual; el compromiso de no alterar este régimen por cinco años (tiempo de la concesión de Polymont), y que el convenio rija para todo el personal que trabaje en el futuro en la ‘nueva’ empresa.
La patronal se lanzó a una campaña propagandística, que continúa hasta hoy, planteando que los trabajadores de Mantenimiento estaban motivados por el ‘negocio’ de cobrar la indemnización, ya que todas sus conquistas salariales y de trabajo estaban preservadas, lo cual es y fue falso.
Para desenmascarar a la empresa, los trabajadores de Mantenimiento plantearon entonces que hiciera conocer su ‘anteproyecto’ de convenio. ¿Qué salió entonces a luz?:
Que la ‘tercerizada’ sólo reconoce el convenio vigente “hasta tanto Polymont y el Smata (no los obreros de la futura Polymont) acuerden un nuevo convenio colectivo de trabajo”, que por los antecedentes, se sabe en qué puede consistir.
Toda nueva contratación de personal se hará en “condiciones de salarios y beneñcios fijadas por Polymont”, es decir, no por el convenio de traslado que se estaba discutiendo.
Se crean equipos de fin de semana que trabajarán un total de 32 horas 48 minutos, y a los que se les pagará por 44, cuando corresponderían 56 horas 48’, una reducción de salarios hacia el futuro.
Detrás del ‘nuevo’ convenio se viene, entonces, el convenio Fiat.
Pero aun en el tema de la indemnización, los compañeros de Mantenimiento tenían toda la razón de su parte. El propio artículo 229 de la Ley de Contrato de Trabajo plantea que “la cesión del personal sin que comprenda la cesión del establecimiento, requiere la aceptación expresa y por escrito del trabajador”.
Fue a través de esta verdadera tarea de demolición que los compañeros de Mantenimiento fueron desnudando los verdaderos propósitos de la ‘tercerización’ y abrieron el camino para luchar directamente por su rechazo, esta vez junto al resto de los trabajadores de la planta.