Sindicales

15/3/1995|440

Informe desde el NOA

El desarrollo de la jornada de lucha del NOA tuvo un cumplimien­to dispar, pero cobró relevancia en Jujuy y Tucumán.


En Jujuy hubo un paro masivo en la administración pública y una im­portante movilización, que chocó con la policía. Los manifestantes atacaron la sede del gobierno y la sede central del PJ, y hubo cuatro trabajadores heridos y dos dirigen­tes municipales detenidos. Los diri­gentes del Frente de Gremios Esta­tales declararon que al día siguiente se convocaría a un nuevo paro con movilización. La crisis jujeña tiende a agravarse. El ejecutivo provincial gobierna al margen de la legislatu­ra, por medio de decretos que atacan conquistas de los trabajadores y ju­bilados. Las cámaras empresarias amenazan con despidos masivos si el gobierno vuelve a aumentar los aportes patronales o impone un nue­vo impuesto para compensar las re­bajas efectuadas dentro del “pacto fiscal”.


En Tucumán, hubo un paro masi­vo en la administración pública. Sin embargo, la concentración convoca­da por la Asamblea de Trabajadores sólo reunió a 2.000 trabajadores. ATSA, que venía cumpliendo paros y movilizaciones en los hospitales, convocó el mismo 13 a un plenario, a la misma hora de la movilización, para evitar confluir con resto de los trabajadores. De la misma manera procedió el sindicato Municipal de la Capital.


El gobierno anunció la posterga­ción del inicio de las clases hasta el 20 y hoy anunciará un plan de “ajuste”, en sintonía con las medi­das de Cavallo.


El pedido de quiebra de los inge­nios Trinidad y San Juan, los despi­dos masivos en el Bella Vista y el Fronterita, y el no pago de los suel­dos en la administración pública, evidencian que la crisis social en la provincia es explosiva.


En Catamarca, hubo un paro ma­sivo de la docencia, iniciando un plan de lucha (contra despidos masi­vos, recortes de conquistas y por los atrasos en los pagos) que tendría su coronación el próximo viernes, en un paro activo con concentración frente a la casa de gobierno.


En Salta, hubo una movilización de 500 compañeros. La organización de la jomada dividió claramente tendencias. De un lado, un bloque que pretendió crear un terreno de plenarios abiertos de activistas y organizaciones, que se reunió en Foecyt, sacó un afiche estableciendo un programa a la convocatoria y presentándolo como el inicio de un plan de lucha. Del otro, los aparatos del CTA-MTA, que entendieron a la jomada como una protesta “testi­go” subordinada a los beneficios electorales que pudiera obtener el Frepaso. Así, en el acto, el secretario general de la CGT llamó a castigar al gobierno el 14 de mayo y quiso quebrar el acto, ante el repudio ge­neralizado de los compañeros.


En Santiago del Estero, la “jor­nada” pasó desapercibida, y en La Rioja paró la administración públi­ca, pero sólo hubo una movilización en Chilecito, de 200 trabajadores.


La jomada del 13 expresó la bronca creciente y el reguero de con­flictos que hay en todas las provin­cias. La dirigencia del CTA no im­pulsa una agitación para disputarle las bases a los dirigentes alineados en la CGT, que en muchos casos se ven empujados —a pesar de su diri­gencia— a pasar a la lucha.


Los anuncios del CTA-MTA de un paro hacia fines de abril, tiene más que ver con la campaña electo­ral de apoyo al Frepaso, que con la necesidad imperiosa de dar respues­ta a los ataques del gobierno y ro­dear de solidaridad a los conflictos crecientes, —como el de Jujuy, el de los ingenios tucumanos o los estata­les que no pueden cobrar sus suel­dos—, que no pueden esperar un largo mes para hallar una solución.