Sindicales
24/10/1996|516
Informe sobre el Congreso Provincial de Delegados del CTA
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El viernes 4 ‘deliberó* el Primer Congreso Provincial de Delegados del CTA. Ocurre que la discusión entre los delegados se redujo a escasos noventa minutos, y aun esto dividido en comisiones; el resto del tiempo se consumó en los informes de apertura y en la lectura de las ‘propuestas´, para peor filtradas, recortadas y deformadas ‘a piaccere´ por la Mesa que presidia el Congreso.
El Congreso Provincial fue presentado como un peldaño hacia el próximo Congreso Nacional de noviembre, para poner én pie la “central de nuevo tipo”. Sin embargo, y pese a las reiteradas invocaciones al “paradigma democrático” que encarnaría el CTA, por oposición al “sindicalismo empresarial” de la CGT, el Congreso fue armado como una celosa operación, porque sólo se reconocía como delegados, al menos en el caso de Suteba, a los que integran la nómina oficial decongresales —exactamente como ocurre en la CGT de Daer.
La conducción estratégica del Congreso fue la de “construir coaliciones electorales capaces de expresar intereses sociales consonantes con una estrategia de transformación y profundización democrática”… “para restituir los equilibrios sociales” (Documento preparatorio del Congreso Nacional). Es decir que el CTA pretende ser parte integral de la coalición UCR-Frepaso- Nueva Dirigencia, para las elecciones parlamentarias de 1997.
Una coalición antiobrera
Precisamente, en el informe de apertura, Hugo Yasky, secretario del Suteba, resumió la prioridad del CTA y del Congreso Provincial y Nacional en estos términos: “Organizarse para derrotar electoralmente al menemismo, porque los problemas son políticos”.
Partiendo de esta premisa, el CTA se ha asignado la función de unir a los “compartimentos estancos de la oposición”, es decir, a la UCR, al Frepaso, al belicismo, a los gobernadores patagónicos y a los sectores *críticos* del PJ, para formar una “coalición ganadora”. Inclusive, se afirma que “de proyectarse al plano nacional una experiencia como la de Béliz en Capital… obviamente el escenario de predominio electoral del menemismo puede tocar a su fin” (documento), con lo que tenemos al Opus Dei precipitando el fin del menemismo, luego, claro, de haber roto con Bordón cuando el mendocino planteó la misma tesis. El CTA se propone subir al caballo (¿o al ‘cavallo´?) del menemismo sin Menem, lo que equivaldría a dejar en el poder a la actual camarilla de intereses proimperialistas. En la. Comisión de Situación Política, sin embargo, algunos delegados defendieron la consigna de “Fuera Menem” y denunciaron a la Multisectorial de Béliz-Terragno-Alvarez, pero la Mesa no trasladó el debate al plenario.
Todas las ´fuerzas opositoras´ de la coalición que postula el CTA son ‘flexibilizadoras´ y apoyan la destrucción de los convenios colectivos y la rebaja salarial. En el ‘Debate´ que la ‘oposición´llevó al parlamento, el ‘Cavallo´ Alvarez ratificó el apoyo a la reforma laboral y de salud por ‘consenso’.
Programa antinacional
El CTA ya no habla de ‘liberación o dependencia´ y ‘moratoria´ (consignas de antaño), sino de “reglar el comportamiento de los poderosos” (sic) y “replantear el tratamiento de la deuda externa” (sic). Pero ese ‘replanteo´ es lo que también reclaman los banqueros, que saben que Menem no podrá hacer frente a los millones de dólares que vencen en el 97.
La refinanciación, la piden los Volker y los Brady.
El Congreso Provincial también consideró las “razones objetivas” que hacían necesaria la construcción de una “central de nuevo tipo”. Para la dirección del CTA, “el asalariado formal dejó de ocupar el centro de la escena… el eje de los sectores populares”. Aquí se plantea la conocida tesis de la ‘extinción´ de la clase obrera para desconocer las tareas históricas e internacionales que le caben al proletariado, y reponer a la pequeña burguesía que votó por Alfonsín y por Menem, como el ‘sujeto* o dirección de las masas.
El CTA reclama un “tratamiento gremial distinto” para las Pymes, porque “respuestas gremiales que no tengan en cuenta las características de estos establecimientos pueden contribuir a cerrarlos” (Documento). De esta forma, el CTA se coloca en el lugar de vocero de la patronal contra los obreros, una rara forma de hacer ‘sindicalismo de nuevo tipo*. A estás Pymes, el CTA les asigna un rol prioritario en la “nueva central comunitaria”. Pero la dirección del CTA no desconoce que cualquier entrega de derechos laborales en las medianas empresas tendrá como consecuencia reforzar las presiones de las patronales en las grandes —-es decir que el CTA propone impulsar el incremento de la miseria social para evitar que el capitalismo se declare en bancarrota. ¿No sería mejor que los que elaboraron esta tesis pidan colaborar con Caro Figueroa y Carola Pessino?
El Congreso Provincial debatió la ‘desocupación´, pero no votó una sola consigna de movilización para los desocupaba, sino “promover experiencias de micro emprendimiento… para luchar por el trabajo en el terreno de la economía informal” (Documento). Es decir que el CTA quiere convertirse en Pyme! Pero este mito de loe ‘micros´ y las ‘cooperativas’ es un curro para las empresas que ‘tercerizan´ para abaratar el salario. El “programa de empleo mínimo” del ‘Cavallo´ Alvarez también plantea intratar trabajadores por 150 pesos al mes (una variante negrera que los ‘planes Trabajar’ de Duhalde).
Corolario
El Congreso evitó definir la más mínima campaña de movilización reivindicativa de los trabajadores adheridos al CTA. A una semana del ‘paro y medio´ y de las gigantescas movilizaciones del 26 y 27, la dirección del CTA hizo mutis por el foro en relación a la continuidad de un plan de lucha, y “entró en receso” hasta noviembre.