Sindicales
20/9/2012|1240
Ingenio San Juan: La lucha contra la burocracia del azúcar se extiende a Tucumán
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La actual conducción burocrática del sindicato azucarero del Ingenio San Juan decidió perpetuarse en la conducción, con el método clásico de proscribir la oposición. Para ello adelantó la fecha de realización de las elecciones, fraguó una asamblea, designó una Junta adicta y manipuló los avales.
Frente a todos estos atropellos, el activismo combativo que había decidido presentar lista, recurrió al Ministerio de Trabajo y a la Justicia, reclamando la suspensión de las elecciones y que se realizara una nueva convocatoria sin proscripción. Al no ser escuchados, decidieron enfrentar por la vía de los hechos la realización de las elecciones truchas previstas para el 14 de setiembre. Dos días antes, se organizó una concentración frente al Sindicato, que ya estaba ocupado por barrabravas armados, llegando a perseguir a los compañeros hasta sus domicilios e incluso hiriendo a uno de ellos. Al día siguiente, se decidió realizar una concentración frente a Fotia. El secretario general de Fotia, Palina, no se encontraba… pues estaba de luna de miel en los Estados Unidos. Los restantes directivos se lavaron las manos. Por eso se decidió marchar al Ministerio de Trabajo donde, frente a la presión del piquete, se comprometieron a enviar veedores al día siguiente. La idea era demostrar que nadie iba a ir a votar en repudio a la burocracia. Finalmente, llegó el día D: el viernes 14 desde la 6 de la mañana se formó un piquete delante del ingenio. Dentro del sindicato estaba la burocracia con su banda de matones y varios policías. La presión obligó al Ministerio a emitir una resolución por la que, sin dejar sin efecto las elecciones, suspende la asunción de las nuevas autoridades hasta que se verifiquen las denuncias realizadas. Este anuncio distendió la situación. El Ministerio decidió echar lastre maniobrando, en la conciencia de que en 20 días termina la zafra, y que la burocracia tiene mandato hasta noviembre. O sea que se prepara para convalidar el fraude proscriptivo en momentos en que los trabajadores estén desmovilizados.
El agrupamiento antiburocrático de los trabajadores del ingenio San Juan es expresión de un giro combativo que recorre a todos los azucareros. Su epicentro está en los ingenios del Norte (Salta y Jujuy), pero también ha comenzado a despuntar en los ingenios tucumanos. Es que el nivel de entreguismo burocrático ha conducido en todos los ingenios a una degradación completa de las condiciones laborales, dominadas por la precarización y las tercerización. Los accidentes laborales, varios de ellos mortales, como los ocurridos recientemente en el Ingenio Concepción y ahora en el Santa Bárbara, están a la orden del día. Los niveles salariales para trabajos que son temporarios (ha desaparecido prácticamente el trabajador permanente) son miserables, mientras los ingenios están logrando superbeneficios. A su vez las patronales han montado poderosos aparatos represivos internos. En el ingenio Concepción, el jefe de Seguridad es Chuchuy Linares, ex director del D2 (servicio de inteligencia). En el ingenio San Juan la seguridad esta a cargo de otro exdirector del D2, Maruf y de un exintegrantes del Comando Atila, un grupo parapolicial que actuó en época del Malevo Ferreyra. La burocracia actúa como un brazo represivo complementario, buchona y patotera.
En todo este proceso ha sido muy importante la movilización solidaria del PO y del Polo Obrero de los Ralos y de Delfin Gallo, como asimismo de los Abogados de Atel (Abogados Tucumanos en Lucha).
Ante el proceso irresuelto, la movilización debe continuar para arrancar la nulidad del proceso electoral y la convocatoria de nuevas elecciones sin proscripción.