La fecha de la elección se adelantó sin justificación; se cerraron y adulteraron padrones; la lista oficialista se presentó fuera de tiempo; se amedrentaron compañeros y se impidió votar a una gran cantidad de trabajadores (incluso más de 40 afiliados en regla). En este contexto se realizaron las elecciones de la junta interna de Ate del Inti.

Lo que puede parecer una muestra de fortaleza de un aparato para imponerse a los trabajadores en realidad muestra su propia debilidad. La Verde es incapaz de respetar siquiera el restrictivo estatuto de Ate y la ley de Asociaciones Sindicales. 

Los métodos utilizados por la lista Verde anuncian la etapa final de su predominio. Sus votos vienen atados a ingresos arreglados con la patronal, prebendas y aprietes. 

La convocatoria adelantada y la ausencia de plazos elementales dejaron por fuera a muchos compañeros que no se ven representados y deciden afiliarse y participar para cambiar el rumbo de la junta interna. Esta maniobra fraudulenta, evitó incluso que otros agrupamientos de trabajadores pudieran presentarse a exponer sus ideas y planteos. El esfuerzo consistió en anular la posibilidad que se abriera un amplio debate sobre el rumbo que debe tomar la herramienta gremial.

En el marco de este entramado fraudulento, la Verde obtuvo 326 votos y la Naranja 213. Cabe aclarar que los 41 compañeros proscriptos de la elección hicieron explicita su intención de votar a la Naranja mediante una declaración que fue pegada en todos los centros del Inti.

La ausencia de democracia sindical, cumple una función específica: deja establecida las condiciones para que se imponga la agenda patronal. Por el contrario, durante el período 2012-2014 la Agrupación Naranja ha dedicado todos sus esfuerzos a desarrollar un reagrupamiento independiente, para que todos los trabajadores logremos las reivindicaciones más sentidas en el Instituto: el pase a planta permanente – al que las autoridades se comprometieron mediante un acta firmada hace dos años -, el fin del vaciamiento, el respeto por la carrera laboral y la recomposición de nuestros salarios. 

Lo hicimos, incluso, sin participación alguna en la junta interna, aunque nos correspondía una representación acorde al 45 por ciento de los votos obtenidos en la elección anterior. ¿Cómo no se van a desafiliar compañeros si ni siquiera pueden ver representado su voto? 

 

A desarrollar la agenda de los trabajadores 

La Naranja seguirá adelante con la batalla legal por la democracia en el sindicato y por una respuesta satisfactoria para los 41 compañeros afiliados a los que no dejaron votar y para las decenas de trabajadores a los cuales les impidieron afiliarse por cerrar el padrón dos meses antes del vencimiento del mandato de la Junta Interna. Seguiremos bregando para que pueda afiliarse y votar todo el que quiera hacerlo, incluso los no afiliados. Por el fin de las listas sábanas y por la elección de delegados por centros. Por que puedan participar de la votación los centros del Interior.

Pero además saldremos a desarrollar las propuestas que explicamos en las elecciones: pase a planta inmediato y antigüedad; defensa del Instituto y sus condiciones de trabajo. Vamos por Asambleas en todos los centros. Por la conformación de un gran cuerpo de delegados por sector.