Un delegado de fábrica ha sido revocado y expulsado del gremio por la directiva nacional del Smata. Se trata del compañero Osvaldo Cisneros de Cables-Lear (ex UTA). A pesar de haber sido el más votado por la fábrica hace dos años, se le impidió integrar la Comisión Interna.

En estos años, Cisneros encabezó dos grandes procesos de lucha: un paro triunfante por aumento de salarios en 1997 y la lucha contra los despidos en el ‘98 y contra el banco de horas, que al final se impuso parcialmente por un breve período.

Cisneros había sido el punto de referencia de cuanto reclamo circuló en planta: vacaciones mal pagas, categorías, incumplimiento de convenio. Sufrió la permanente persecución patronal con no menos de una docena de amonestaciones, traslado de sector y discriminación de categorías.

La fábrica, a pesar de los golpes, jamás fue derrotada. Recientemente, el 14 de octubre, una huelga de la sección Corte logró el levantamiento de una suspensión arbitraria.

La expulsión de Cisneros no es casual, porque las elecciones de internas, que debieron ser el 23 de mayo, se postergaron hasta diciembre para dejar a Cisneros sin mandato. Como la burocracia de la lista Verde no se siente segura frente al activismo, expulsó a Cisneros. Lo hizo en el Congreso Nacional del Smata del 10 de noviembre en San Luis con el pretexto de que "agravió" a un directivo tratándolo de "mentiroso" en una asamblea, en la que la base acusó de buchones a los delegados patronales.

Denunciamos la expulsión de Cisneros. Todas las organizaciones obreras y de lucha deben reclamar su restitución al sindicato.