Sindicales

22/10/2009|1105

La asamblea general abre una nueva etapa

La “onda Terrabusi” volvió a una fábrica que marcó el inicio de las grandes luchas obreras del año. El 6 de octubre, después de varios meses, se hizo una asamblea convocada por la interna para reclamar por el atraso en el pago de la quincena.

La asamblea y la firmeza obrera sirvieron para que en 24 horas los compañeros cobraran. La reacción de los trabajadores fue inmediata. La asamblea votó parar preventivamente reclamando el pago de la quincena y votó un pliego de reivindicaciones más amplio, empezando por el reclamo de un aumento salarial de 300 pesos y la modificación del negrero régimen de trabajo del 7 por 1 (siete días de trabajo por uno de descanso).

La miseria salarial –la ex Massuh “cooperativizada” tiene salarios muy por debajo de las fábricas que han luchado y quebrado los “techos” fijados por el sindicato– y las condiciones laborales durísimas se han vuelto a expresar- bajo la forma de una acción independiente.

La “era Moreno” había impuesto las “asambleas informativas” con los representantes del gobierno y la intendencia de Quilmes, como “custodios” que pretendían regimentar la organización obrera independiente.

La asamblea general colocó al nuevo director en su verdadero rol: dijo que iba a estudiar el reclamo de los trabajadores, pero no se comprometió efectivamente a nada. Ahora se abre una pulseada por el salario y las condiciones de trabajo.

La asamblea mostró las reservas de los luchadores de Massuh. La deliberación es el inicio de una nueva etapa donde se irán planteando, una tras otra, todas las reivindicaciones que la larga lucha por reabrir y poner a producir la fábrica parecían haber postergado.

Ahora hay que imponer: 1) que el Estado ponga los 300 pesos de aumento salarial que reclaman los trabajadores; 2) que el gobierno destine los fondos necesarios para las obras en la planta de tratamientos de efluentes y que éstos sean descontados a Massuh; 3) que se elijan en asamblea una comisión que discuta la implementación de un nuevo régimen laboral que suplante el negrero 7 por 1; 4) las nuevas asambleas plantearán la necesidad de iniciar una campaña nacional para que la Papelera Quilmes sea estatizada sin cánones ni indemnizaciones, bajo el control de los trabajadores.