Sindicales
17/4/1990|300
Foetra Bs. As.
La base del gremio rechaza la "tregua"
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El plenario de delegados del martes 10, de FOETRA Buenos Aires, resolvió por 120 votos contra 50 “trabajar normalmente para no dificultar las negociaciones salariales de la Federación".
En la semana que precedió a este plenario había continuado el quite de horas extras y numerosas asambleas de edificios se habían pronunciado por el rechazo a la intimación del gobierno y a favor de retomar el plan de lucha. El objetivo de éste había sido obtener el reclamo salarial de FOETRA, la recomposición de enero, febrero y marzo y un millón de australes inicial para el cuadro 4.
El plenario del 10
El día 10, cincuenta de esos mandatos de lucha llegaron al plenario de delegados. Existe fundada presunción de que otros fueron transformados por delegados de la Marrón guillanista en abstenciones (50) o incluso en votos contrarios por delegados de la Celeste que se disciplinaron al mandato de su agrupación. Algunos delegados del ala izquierda (agrupación “18 de marzo”), mocionaron en favor de una asamblea general del gremio, para colocar la decisión en manos de la base.
En la reunión, hubo un operativo “peronizador” en el que convergieron la Marrón y la derecha miguelista de la Celeste, cuyos oradores atacaron a la izquierda por poner en peligro la unidad del gremio (¿con Guillán?) y la legalidad del sindicato (maniatado). Casi como una respuesta irónica, al tiempo que se levantaba toda medida, el gobierno pedía la ilegalización de FOETRA Buenos Aires y la aplicación del Código Penal.
Pero al día siguiente del plenario, la totalidad de los edificios, algunos con asambleas, otros por “contagio”, rechazaron las horas extras (la “normalización del trabajo") esenciales para la Empresa para recuperar el atraso ocasionado por los paros. Esto ocurría en un gremio donde la categoría 15, con 10 años de antigüedad, cobra 265.000 australes y sólo puede sobrevivir con esas extras.
El sindicato Buenos Aires en la mira
El gobierno y las remozadas “62” montaron un operativo de pinzas contra FOETRA Buenos Aires, a la que no le perdonan la columna que formó el 21 de marzo ni su combatividad. Triaca plantea la ilegalización de la seccional pero no contra la Federación nacional (Guillán) que decretó el paro de 24 hs. Las “62” por su parte, armaron el "apriete" por adentro de la Celeste, para menemizar la dirección y doblegar al gremio.
Esquivel, el Secretario General ha retrocedido adaptándose al dictado del miguelismo La intención de enfrentar las privatizaciones, pero manteniendo la unidad peronista de la directiva y de la Celeste, lo ha llevado a la bancarrota. El sentimiento visceral del gremio contra la privatización y su energía combativa en ascenso es irreconciliable con los agentes del menemismo en la dirección, cuya crisis es irreversible. La única salida para el sector combativo de la Celeste es romper con las 62 y constituir un frente de lucha con el activismo y las agrupaciones combativas del gremio para quebrarle el espinazo a la política de la interventora.
Una tregua de corto vuelo
La artillería del aparato del Estado y del miguelismo está a años luz de haber provocado una derrota de los telefónicos. Gracias a Esquivel-Varone han impuesto una tregua de muy corto alcance. Hay una enorme irritación en la base y un reclamo generalizado de adelantos, porque no alcanza ni para viajar. La privatización es rechazada por los telefónicos y por un movimiento de usuarios de los barrios que han fijado para el 27 una movilización masiva a plaza de Mayo junto con FOETRA Bs As. Las amenazas de ilegalización sólo han logrado echar más leña al fuego. El Sindicato ha resuelto una movilización de repudio ante la sede de la OIT en Bs. As.
El activismo combativo y los delegados con mandato de lucha deben trabajar por un frente de acción que reclame a Esquivel-Varone que rompan con las “62” y se integren al bloque combativo contra la privatización y por el salario. Y reclamar la asamblea general de FOETRA Buenos Aires para que la base del gremio resuelva el plan de acción por esas reivindicaciones y contra las amenazas de Triaca y Dromi al gremio telefónico.