Sindicales

11/12/2014|1344

La bronca (y la lucha) sigue

Después de los anuncios


Luego de la “aspirina” de la exclusión del medio aguinaldo en el cálculo de Ganancias, la burocracia se apuró a desactivar toda iniciativa por el conjunto de las reivindicaciones.


Los docentes de Suteba y Udocba y los trabajadores de la Anses pararon por bonos y por la reapertura de las paritarias. Se movilizaron en común los estatales del Senasa, la Secretaría de Agricultura y el Inta. Telefónicos y gráficos también solicitaron reabrir negociaciones.


 


 


Gráficos: ¿un termómetro?


 


El caso de los gráficos es interesante. En la última paritaria, una moción de la Naranja incorporó una cláusula al convenio de rediscusión en octubre. Esa es la que ha invocado el ongarismo para solicitar ahora un ajuste del 12 por ciento hasta marzo, cuando vence el acuerdo, lo que no pasó de una pose (rotundamente rechazada por la cámara patronal).


 


El primero en ir a un plan de lucha -de asambleas y paros parciales- fue Morvillo, que conquistó un bono de 6.000 pesos; similar convenio cerró luego WorldColor.


 


Más recientemente, AGR-Clarín obtuvo el pago a término del doble aguinaldo y un bono de 3.000 pesos (junto a otros puntos), luego de una semana de quite de colaboración.


 


Talleres “verdes” como Sevagraf estarían también exigiendo un adicional anual. Ipesa, que acaba de consagrar una nueva interna “naranja”, inició un histórico paro indefinido por la duplicación del aguinaldo y logró abrir una negociación. Desde esta semana, Interpack 1 comenzó con paros escalonados (al momento de esta nota, de cuatro horas por turnos) por el doble aguinaldo, 15 por ciento de aumento en los adicionales y la incorporación de personal.


 


Un dato no menor es que casi todos los talleres mencionados son alcanzados por Ganancias, o sea que el anuncio oficial no alcanzó para “descomprimir” la bronca por la pérdida salarial. Y no parece que los “1.200 pesos en tres cuotas” que habría ofrecido la Faiga modifiquen algo.


 


Está servida la convocatoria al plenario de delegados y una movilización de todos los gráficos por el 12 por ciento de aumento hasta marzo, en compensación por la distorsión inflacionaria, así como la actualización automática. Sin olvidar la lucha por la expropiación sin pago y la garantía estatal de salarios y condiciones de trabajo de la cooperativa Madygraf (ex Donnelley).


La indefinición del conflicto petrolero, el anunciado paro de los bancos estatales, el plan de lucha de Aluar -en suspenso por una conciliación obligatoria-, que arrastró a numerosos sindicatos de la Patagonia, el próximo acampe de las organizaciones sociales, entre muchos otros conflictos y reclamos sectoriales, indican que “el gesto de sensibilidad de la Presidenta”, saludado por los Caló, Martínez, Yasky y Moyano no alcanza ni para una tregua.