Sindicales

12/5/2011|1176

Volkswagen Pacheco: La burocracia del Smata entrega los sábados y feriados

Desconozcamos el convenio negrero

Gaspar de Tigre

En lo que va del año, en Volkswagen, la burocracia del Smata ha dejado de fingir que representa los intereses de los trabajadores para pasarse, lisa y llanamente, a ser vocera de la patronal. Ha presentado un cronograma de producción, armado íntegramente por la empresa y sin ninguna objeción por parte de la comisión interna, que entrega los sábados y una gran parte de los feriados que quedan del año por monedas. Con el argumento de siempre, “la colaboración con la empresa para cuidar la fuente de trabajo” (para el Smata, siempre está en juego la fuente de trabajo), obligan a los trabajadores a concurrir los sábados y los feriados que la patronal disponga. El mecanismo consiste en quince sábados y cinco feriados, de acá a fin de año. La contraprestación para los trabajadores sería de un bono de 100 horas en enero, una miseria. El bono es proporcional a la cantidad de sábados y feriados que se trabajen, o sea, los que decida la empresa; y además depende del porcentaje de asistencia de cada compañero; si colectivamente es menor al 80%, nadie lo cobra: un arma de extorsión y división interior de los trabajadores, a sabiendas de que todo un sector de compañeros se niega a hacer extras. Se trata de un sofisticado método de extensión de la jornada laboral semanal.

La bronca de los compañeros aumenta como en una olla a presión. Para poder hacer esta entrega, la burocracia trabajó todo 2010 y lo que va de 2011, principalmente metiendo miedo a los contratados. El cuco fue que no se sabía si se los iba efectivizar. Muchos de los contratados, cuyos salarios están por debajo de los efectivos por realizar las mismas tareas, llevan más de un año en esas condiciones. Esta actitud de la burocracia, sumado a que el aumento del 7% para enero, febrero y marzo no cayó para nada bien, expuso al conjunto de los trabajadores que la línea del Smata era no luchar, ni siquiera por algo tan elemental como la estabilidad laboral. Hay unidad de contratados y efectivos en el fuerte repudio a la patota de la Verde. Los baños son foros clandestinos, los grafitis muestran la bronca que hay hacia la burocracia patotera. Un ejemplo claro de esto es lo que pasó en la movilización del 29 de abril de Moyano, cuando la mayoría -al igual que en Mercedes Benz, Ford y Toyota- le dio la espalda a la burocracia y no concurrió. Durante las semanas previas a la movilización, los delegados de la Verde incrementaron la presión para que la gente vaya a la avenida 9 de Julio. El resultado fue que el viernes 29, por la mañana, partió una gran caravana de micros semivacíos y una diáspora de autos abarrotados de compañeros que se iban a cualquier parte, menos a la 9 de Julio. Algo parecido había ocurrido en el acto de River, el año pasado.

VW terminó, por octavo año consecutivo, como líder en ventas de 2010. Año que también marcó un nuevo record de ventas para la industria automotriz, con casi 700 mil unidades vendidas. A esto, hay que sumarle que estas multinacionales gozan de las gestiones del gobierno kirchnerista para conseguirles a excelentes precios las materias primas, principalmente la chapa del pulpo Techint. El aumento en grageas de a 7% por trimestre es malo, el arreglo de los sábados es una versión agravada de los convenios Fiat-Smata y GM de los ’90, que introdujeron la flexibilidad laboral en el gremio. Hay que desconocerlo y no hacer una hora extra más. Basta de convenios negreros, basta de convenios por empresa, basta de flexibilidad laboral y salarios disfrazados de horas extras, basta de patotas en las plantas. Los paritarios deben ser electos y con mandatos de asamblea.