Luego de 96 horas de paro en todas las plantas de Linde-Praxair, la burocracia rompió el mandato de base y levantó la huelga. Desde el pasado 31 de enero, fecha en la que se dio por terminada “la tregua”, la patronal tomó la decisión unilateral de impedir el ingreso de 6 compañeros de un total de 10 de trabajadores despedidos, que durante la tregua estuvieron suspendidos de tareas laborales por 41 días.

Haciéndose efectivo el despido del 25% de los operarios de la planta de General Pacheco, la interna convocó una asamblea y, con la representación de miembros de la comisión directiva del gremio SPIQyP (CABA y Zonas Adyacentes), se votó por unanimidad ir a un plan de lucha reteniendo tareas en todas las plantas productivas de Linde-Praxair, sucursal Pilar, Ensenada, Avellaneda, Lanús y General Pacheco, con un cese de actividades para garantizar la contundencia de la medida tomada y conformándose una mesa representativa, con miembros de todas las comisiones internas de las sucursales, quienes acompañaban las decisiones tomadas por las asambleas de base.

Hubo 96 horas de retención de tareas, acatadas en las 5 plantas, con un gran acampe en la puerta de la planta de Pacheco, que aglutinaba un masivo apoyo del activismo obrero, desde comisiones internas de distintos gremios, partidos políticos y organizaciones sociales, hasta vecinos, soportando las inclemencias del tiempo, con temperaturas extremas, todo lo cual puso de relieve la fuerza que tiene la clase obrera cuando se organiza.

Hay que recuperar el SPIQYP para los trabajadores

Si bien el conflicto, con el correr de los días, se profundizaba, fortaleciendo a los compañeros despedidos, una vez que la empresa comenzó a sufrir los efectos de las medidas tomadas, recibiendo el reclamo de las industrias a las cuales abastece, como YPF, Calsa, Automotrices, etc, comenzaron las presiones para levantar la huelga.

Y como era de esperarse, la burocracia sindical de SPIQyP también hizo su jugada; sin discutir en la mesa de delegados de Linde-Praxair, tomó la decisión de levantar la medida de fuerza en las plantas de Lanús, Avellaneda, Ensenada y Pilar, dejando solos y traicionando a los compañeros de General Pacheco.

Los traidores burócratas del sindicato argumentaron que los delegados de las otras plantas decidieron levantar, pero lo cierto es que la presión del sindicato surtió su efecto, logrando desinflar el conflicto y darle “oxígeno” a la patronal.

El lunes 10/2 todos a la calle con los químicos

Los compañeros despedidos seguirán luchando hasta las últimas consecuencias, contando con el apoyo del activismo obrero, realizando el próximo lunes 10/2 una movilización en Panamericana y ruta 197; es una medida tomada por los trabajadores para que se retome la huelga. La Coordinadora Sindical Clasista-PO, que lucha por la recguperación de los sindicatos de manos de la burocracia entregadora, estará firme junto a los compañeros.