El viernes 13 se cumplía en todo el país una de las tantas medidas de fuerza que en los últimos dos meses paralizaron al Banco Nación por mejoras salariales, reintegro del impuesto a las ganancias y un conjunto de reivindicaciones más.

El paro, de gran acatamiento en todo el país, también se realizaba en la Casa Central y sucursales de la seccional Buenos Aires, donde la Comisión Interna viene boicoteando la lucha en función de una tregua pactada con el Directorio. Así lo hizo el 5 y 6 de julio, custodiando a los carneros, y lo hizo el 13, agrediendo salvajemente una asamblea de trabajadores.

La asamblea se desarrollaba en la planta operativa; la patota de la Gremial Interna fue directamente a golpear a los trabajadores. El compañero Mauro Cejas, delegado de los talleres, fue hospitalizado producto de los golpes recibidos en la cabeza estando ya inconsciente. La patota explicó luego en un comunicado que fue a "tratar de convencer para que cesen en la actitud agresiva hacia los compañeros que querían trabajar".

A esto se suma un traslado forzoso de una gerenta del interior que apoyaba la huelga.

Vamos por la victoria

La patronal pretendió terminar con la rebelión otorgando 180 pesos en tickets, una promesa no cumplida sobre la antigüedad, y una suma fija por única vez equivalente al 40% del medio aguinaldo. En estas condiciones, la tregua fue rechazada por todos los compañeros, lo que obligó a la burocracia zanolista a reubicarse y apoyar los paros. Sólo la Gremial Interna de Buenos Aires la aceptó, y pretende imponerla a los palos. Los compañeros han repudiado masivamente la patoteada y se aprestan a continuar la lucha.

La patronal, acorralada, llamó ahora a una reunión a todas las gremiales del país para hacer un ofrecimiento. Teniendo en cuenta que la rebelión en curso es producto del rechazo a los acuerdos inconsultos firmados por Zanola y los suyos (entre ellos la CGI-Buenos Aires) en marzo y junio, es de esperar que la decisión final sobre su aceptación o no quede esta vez en manos de las bases. De no ser así, la rebelión no se detendrá.

El MST llegó muy lejos

La Lista 12 ganó el año pasado las elecciones de la Comisión Gremial Interna de Buenos Aires con un fraude escandaloso, apoyados, claro, por Zanola.

Aplaudió a rabiar un fallo judicial que favorecía al Banco contra los trabajadores que reclamaban un importe adeudado por el decreto 392. Apoyó en sendos comunicados el acuerdo del 14% firmado en marzo y el parche que intentó la patronal en mayo (tickets y 15 pesos por año de antiguedad). Ambos acuerdos inconsultos fueron repudiados por la base.

Ahora en medio de la rebelión, pactan una tregua a cambio de nada y carnerean los paros.

En otra nota referida a la lucha de los trabajadores del Nación, nos preguntábamos hasta dónde llegará el MST, cuyo dirigente Daniel Mercado es miembro de esta CGI y firmante de todos esos comunicados propatronales.

Hoy ya lo sabemos. El MST llegó a ser el partido de los rompehuelgas y traidores de los trabajadores, la patota de la patronal kirchnerista. A esto llaman "la nueva izquierda". Qué asco.