Sindicales

20/5/1994|419

La burocracia perdió, asamblea para echarla

En el sindicato petroquímico de Ba­hía Blanca, la burocracia de la Federa­ción se niega a entregar el sindicato a la lista opositora, Azul, que acaba de ga­nar las elecciones con el 59% de los votos (352), triunfando en cuatro de las seis plantas (en la elección participó el 90% de los 686 afiliados).


La burocracia menemista de la Fe­deración había adelantado los comicios en seis meses, antes de la “segunda etapa” de la “flexibilización laboral” prevista para el Polo. Cavallo ha lanzado un “plan de salvataje “de empresas que prevé el desconocimiento de acuer­dos laborales previos y nuevas “racio­nalizaciones”.


Como la burocracia no previó su derrota, dio marcha atrás en sus prome­sas de entrega inmediata del sindicato y lanzó un “golpe de Estado”. Ha anunciado que el gremio será entrega­do recién en octubre “cumpliendo con el estatuto”, mientras amenaza con la intervención si no se implanta una “re­presentación proporcional” en la nueva Directiva.


La presión de la burocracia ha pro­vocado una crisis la Azul, que a más de un mes de haber sido electa no ha ido más allá de la firma de un petitorio dirigido a la Federación solicitando la inmediata entrega del sindicato.


La Lista Azul es el fruto de la des­composición de la burocracia luego de la derrota de la huelga contra los despi­dos en el complejo Indupa un año atrás, cuando el secretario general del sindi­cato llamó a carnerear bajo cuerda. Giménez, secretario adjunto de la Lista Azul, fue secretario adjunto de la buro­cracia “saliente”, y junto a Saade, se­cretario gremial, son emigrados del vie­jo tronco burocrático. La Lista Azul inte­gró a un sector del activismo que sostu­vo la huelga y que se presentó como la superación de la vieja burocracia, com­prometiéndose a terminar con los rentados y a realizar asambleas. La Lista no llama a luchar contra la “flexibilización laboral” que las patro­nales han impuesto en el Polo, ni contra la “jubilación privada”, y prohíbe a sus integrantes cualquier militancia política, lo que sólo busca bloquear la relación del activismo con la izquierda.


El PO llama a impulsar una asam­blea general para expulsar a la burocra­cia de la Federación, exigir la entrega inmediata del sindicato y disponer la revocatoria e inmediata elección del cuerpo de delegados (varios de los cuales son agentes de la conducción denotada).