Sindicales

26/9/1995|466

La burocracia sindical contra el “Rionegrazo”

A pesar que la burocracia sindical del Frente Estatal Rionegrino recurrió a todo tipo de traiciones para bloquear el masivo repudio al gobierno y a las instituciones del Estado, finalmente la semana pasada ese repudio estalló. “Las mayores explosiones de violencia se vivieron frente al Superior Tribunal de Justicia, al Ministerio de Hacienda y el Banco Provincial…” (Río Negro, 23/9). En Roca fue apedreada la casa del electo gobernador Verani, y en Bariloche la del actual vicegobernador Gagliardi.


La burocracia ha sido rebasada por la ira popular hasta cierto punto (“la gente está desbordada, yo ya no puedo hacer más. Ya bastante pagué el costo político por no querer llegar a esto”, dijo el secretario general de UPCN). La burocracia del Fer venía siendo cuestionada por su pasividad, en especial cuando firmó el “acuerdo de crisis” con Massaccesi, donde se convalida el cobro atrasado de salarios, se deja el aguinaldo que aún se debe para las “calendas griegas” y se abandona el reclamo de los jubilados. El “acuerdo”, que la burocracia utilizó para levantar las tomas y huelgas de julio/agosto, por supuesto no fue respetado por el gobierno. En un acto realizado el 24/8, los oradores del Fer fueron tratados de traidores desde el llano. La respuesta de la burocracia fue apalear al autor de la protesta. “El agredido es un afiliado nuestro, dijo Scalesi, el secretario general de UPCN. Nosotros repudiamos el hecho de las agresiones. No justifico la agresión, pero el compañero en la movilización había tenido una actitud como de quien se mete en la tribuna de Boca a gritar Viva River” (Río Negro, 29/8). En una movilización de principios de setiembre, un dirigente de UPCN fue apresado cuando transportaba en su automóvil “63 palos de madera que —para la policía— eran bastones similares a los utilizados por las fuerzas de seguridad” (ídem, 12/9). Los dirigentes de UPCN argumentaron que eran palos “para hacer pancartas”.


No es la primera vez que la dirigencia de UPCN actúa directamente como fuerza represiva contra los trabajadores; ya hace unos años atrás, cuando las grandes huelgas del sector salud, el representante de UPCN en la Junta de Disciplina votó por la exoneración de varios huelguistas… y la dirigencia de UPCN es prácticamente  la misma de aquellos años.


En un aspecto central, sin embargo, la burocracia ha logrado preservar de la ira popular al equipo de recambio de los archiodiados massaccesistas. En este equipo juega el PJ y su aliado (ex centroizquierdista) Movimiento Popular Patagónico de Julio Salto (Ex-PI). Esta gente, comparte el “shock ajustista”  que impulsa el gobernador electo, y de alguna forma son los verdaderos “padres de la criatura”  (las propuestas para la administración pública y para el Banco Provincia las impulsa Anahí Tappatá, candidata del Movimiento Popular Patagónico y luego del PJ. y funcionaria de la Fundación Mediterránea).


El Fer ha llegado a la conclusión de que Massaccesi y Verani son insalvables ante los ojos de las masas, y ha tejido un acuerdo con la “oposición”. Los préstamos en negro con que el Banco Provincia financiaba los negocios de la burocracia de UPCN son cosas de otros tiempos, ahora Scalesi denuncia “ser objeto de seguimiento y persecuciones por mandato del ministro de Gobierno…” (ídem, 12/9), el mismo con el cual semanas atrás firmaban la mayor traición a los trabajadores rionegrinos: el “acuerdo de crisis”.


Aun el CTA no es ajeno a esta política de frente con la “oposición”. Por ejemplo, el secretario general de la Comisión Interna del Banco Provincia, ante la anunciada privatización, reclama que “sean respetados los derechos sociales del bancario”, pero no se opone a la privatización.


Sólo la electa Comisión Directiva de ATE ha dado el puntapié inicial para poner las cosas en su lugar, en la declaración que hemos publicado en Prensa Obrera Nº 459. Es decir, hay allí un programa y un método para la desesperación de los trabajadores rionegrinos. De que esta propuesta sea tomada por la vanguardia que lucha, que la conozca a fondo para adoptarla como propia y darle una perspectiva de salida obrera a su lucha, depende que el Fer no logre encauzar la rebelión popular al carro antiobrero del PJ y del MPP.