Sindicales

14/8/2014|1327

La burocracia (Suteba, FEB, Udocba) levantó el paro docente

Los Suteba combativos continúan con paro de 48 horas

La burocracia sindical docente (Suteba, FEB, Udocba) levantó ok

El No inicio de clases del 4 y 5 de agosto, convocado el 26 de junio por los Suteba multicolores, al que luego debieron sumarse FEB, Suteba y Udocba, fue total.

La huelga general docente fue, así, una rebelión contra la política de unidad nacional de todos los sectores de la burocracia sindical con el gobierno K.

El Frente Gremial Docente Bonaerense salió de la reunión con el gobierno, luego del parazo de 48 horas que dejó sin aire a Scioli, otra vez con las manos vacías: el gobierno no se comprometió a nada. Apenas promesas de formar una “comisión para el análisis de los índices” de precios. Una impostura que deja el salario tan doblegado por la inflación como antes del parazo. Baradel y Petrocini volvieron a salvar a Scioli con un nuevo levantamiento del paro sin consultar a nadie, pero, como dicen los diarios, “la tregua no cierra en realidad las dificultades en todo el sistema educativo estatal” (Clarín, 7/8).

La entregada de Suteba y FEB profundizó la bronca de la docencia, que en forma dispar continuó parando toda la semana, amparada en una convocatoria por mensaje de texto del moyanista Udocba. La burocracia de Udocba pretendió capitalizar así el descontento docente, en su lucha interburocrática con Suteba y fortalecer su papel al interior del bloque patronal de Massa y Macri, al que está vinculado su jefe, el camionero Moyano.

Plenario de delegados de escuela en La Matanza

La contracara de la burocracia sindical docente fue el cuarto plenario de delegados de toda la provincia convocado por los Suteba combativos en La Matanza, el viernes 8. Otra vez, con más de 700 delegados, fue multitudinario. La mayoría de los mandatos planteaban la continuidad de las medidas, con la burocracia sindical o sin ella, con paros de no menos de 48 horas, que quedaron establecidos para el martes 12 y miércoles 13, y marcha a la Gobernación el jueves 14, porque ninguno de los reclamos había sido satisfecho. Como resultado de las intensas deliberaciones (hubo más de 40 intervenciones), se votó por unanimidad la continuidad de las medidas: semana completa de plan de lucha, con asambleas en las escuelas, paro de 48 horas y marcha y un nuevo plenario de delegados con mandato para resolver cómo seguimos. La huelga docente se coloca así, junto con el paro masivo de los bancarios contra el impuesto al salario del 7 de agosto, como el voto masivo de la clase obrera por un paro nacional de 36 horas, para quebrar el ajuste. ¿O es que los reclamos de los docentes y bancarios son diferentes al resto de los trabajadores, que además suman la necesidad de luchar para frenar los despidos y las suspensiones?

Un planteo de lucha ejemplar

Al día siguiente, la burocracia oficialista de Caló y Yasky declaró que “en esta coyuntura de amenazas de más despidos no da para una medida global” (Clarín, 9/8) y Moyano , desde Bulgaria, donde participa de un congreso internacional de los trabajadores del transporte, declaró que a 12.000 kilómetros de distancia conversaría con la burocracia de la Fraternidad cuándo hacer el paro, probablemente para algún día de septiembre.

Fue en este contexto, y ajena a una compresión de qué papel juega la burocracia sindical, que Izquierda Socialista insistió en el plenario de los Suteba que si el paro no comenzaba el lunes 11 nos estábamos colocando a la derecha de Udocba, ilusionados en que Miguel Díaz convocara a la continuidad de las medidas.

Minutos después de terminado el plenario multicolor, Udocba anunció que levantaba los paros y que recién el martes 19 de julio sus secretarios generales definirían acciones en caso de no mediar respuesta a nuestras demandas.


Romina Del Plá -
Daniel Sierra