La lucha y las masivas movilizaciones impulsadas por los trabajadores de Luz y Fuerza de Córdoba, así como las enormes manifestaciones en defensa de la educación pública, han conmovido todo el cuadro sindical de la provincia. A tal punto es así que el propio José Pihen, secretario de la CGT regional y legislador del riñón del gobernador Juan Schiaretti, se ha visto obligado a convocar a una movilización con abandono de trabajo, es decir con paro, para el próximo 7 de setiembre. 

El cambio de situación se hizo evidente en los reacomodamientos que realizó la burocracia cegetista con el correr de los días. La jornada del viernes 7 tenía, en principio, el tinte de la puesta en escena de una medida destinada a contener el proceso de paros y movilizaciones y ha terminado en una marcha con paro. 

Sectores de la CGT plantean incluso que la movida levante el reclamo de la “Epec estatal e integrada”, planteo que ha sido férreamente rechazado hasta el momento por la burocracia sindical.

Por su parte, la CGT Rodríguez Peña, que enrola a kirchneristas y moyanistas, ha planteado convocar un paro nacional activo de 36 horas, que sea adelantado para el 15 de setiembre y se sumará a la movilización del próximo jueves, convocada por la otra central.

En Córdoba comienza a irrumpir la clase obrera que hace trastabillar a la burocracia. Hay que seguir el camino de los compañeros de Luz y Fuerza: por un paro activo de 36 horas y un plan de lucha para liquidar la ofensiva ajustadora de Macri y Schiaretti. Por un congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero en la provincia. Fuera Macri y todo el régimen corrupto de kirchneristas, macristas y pejotistas.