Sindicales

18/10/2022

La CGT disputa cargos políticos, mientras sigue entregando los salarios

Los reclamos de los trabajadores estuvieron ausentes del acto del 17 de Octubre de la central obrera.

Imagen: Télam.

La CGT realizó su propio acto en el estadio de Obras Sanitarias, conmemorando el 77° aniversario del Día de la Lealtad Peronista. Allí, la agenda de los trabajadores estuvo ausente por completo; los oradores se dedicaron a posar críticamente respecto al gobierno, pero sin romper con este sino reclamando lugares en las listas del Frente de Todos, de cara a los comicios de 2023.

En ese sentido, lanzaron la “Corriente Político-Sindical Peronista”, con el objetivo de disputar candidaturas al interior del oficialismo. En un cuadro de pérdida salarial galopante y crecimiento del trabajo precario, la mesa chica de la CGT no utilizó el escenario para convocar a alguna acción de lucha; lejos de eso, se limitó a reclamar bancas en el Congreso. Así lo expresó claramente el secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez, cuando dijo en su discurso que “no queremos ser convidados de piedra, queremos tener diputados, senadores, queremos estar en la mesa en la que se toman decisiones”.

Luego, agregó con cinismo que “no nos gusta negociar salarios por un 100%, que al día siguiente se esfuma”. Se nota que no les gusta, el propio Martínez cerró la paritaria de los trabajadores de la construcción en un 76% para septiembre, cuando la inflación interanual alcanzó el 83%, y, a su vez, los acuerdos salariales a la baja son la norma en el conjunto de los sindicatos que integran la CGT, fruto de la entrega de sus dirigentes. La asimilación de la central obrera al Frente de Todos reforzó su inmovilismo, recordemos que desde que asumió Alberto Fernández no llamó a ningún paro nacional. La “lealtad” de Daer y compañía es con las patronales y los gobiernos capitalistas.

Los apetitos electorales de estos burócratas, mientras bloquean cualquier perspectiva de lucha, son una afrenta para amplios sectores del movimiento obrero hundidos en la pobreza y en la informalidad laboral. La pérdida del salario real es estrepitosa: entre enero de 2015 y junio del 2022 fue del 16,3% para los trabajadores registrados y del 33,1% para los no registrados, según el Centro de Economía Política Argentina (Cepa). A todo esto, de acuerdo a un informe del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), el 44% de la población ocupada en el país se desempeña en puestos de trabajo precarios (el 26% son asalariados informales y el 18% son cuentapropistas precarios o de subsistencia); una realidad que se agravó en el último tiempo puesto que, entre 2021 y 2022, la cantidad de trabajadores formales creció un 2%, mientras que la cantidad de asalariados informales creció el 18%.

Los dirigentes de la CGT no solo rechazan desenvolver cualquier acción en defensa del poder adquisitivo del salario y las condiciones laborales, sino que además, le dieron la espalda a todos los procesos de lucha del último. Incluso, tras reunirse con la Unidad Piquetera, resolvieron no dar lugar a al reclamo de movimiento de desocupados independiente de llamar a un paro nacional por las necesidades acuciantes de los trabajadores. Recientemente actuaron como detractores de la huelga triunfante del Sutna, yéndose a reunir a la quinta de Olivos con el presidente para abogar por la derrota de los trabajadores del neumático. Sin embargo, estos últimos conquistaron una paritaria por encima de la inflación, a fuerza de paros, piquetes y movilizaciones, constituyendo un verdadero ejemplo para la clase obrera.

El Sutna ganó utilizando métodos antagónicos a los de burocracia sindical de la CGT. La victoria fue posible gracias a la democracia sindical, la unidad del colectivo obrero, la acción directa y la independencia ante el poder político que caracteriza a la dirección del gremio del neumático. Por eso su lucha despertó tanta preocupación en la cúpula cegetista, empeñada en que los trabajadores no levanten cabeza frente al ajuste.

Debemos deshacernos de esta malla de contención, poner en pie un plenario de delegados de base con mandato y pelear por un paro nacional y un plan de lucha por nuestras reivindicaciones; tarea indisociable de la necesidad de recuperar las organizaciones obreras para ponerlas al servicio de los intereses de la población trabajadora. Los actos del Partido Obrero a lo largo y ancho del país defenderán esta perspectiva en función de derrotar el ajuste del gobierno, el FMI y la derecha y abrir paso a una salida política de los trabajadores.