Sindicales

24/4/1997|536

La CGT y la CTA dividen el paro

El 17 de abril, más de 4.000 trabajadores y estudiantes se concentraron en el centro de la ciudad, en respuesta al paro activo convocado por la intergremial formada por la UOM Ferreyra, Luz y Fuerza, la Junta Gremial del Banco de Córdoba, Adiuc —docentes universitarios— y el sindicato de Obras Sanitarias —Sipos—, de la CTA. La jornada cobró importancia por el paro de Fiat, con piquetes masivos de trabajadores. Luego del paro, los trabajadores de Fiat marcharon al centro, un hecho que no se veía desde hace muchos años —comentó La Voz del Interior. El paro en Córdoba tuvo otro protagonista: la movilización de estudiantes universitarios que, también, apelaron a piquetes masivos en una huelga por mayor presupuesto. El peso de la movilización llevó a que en gremios que no adhirieron, como docentes (UEPC), hubiera un paro masivo de 10.30 a 14.30, o que se registraran asambleas en dependencias de la administración pública.


Un plenario abierto de más de 500 trabajadores había votado la jornada de lucha y un paro de 24 horas,72 horas antes, en repudio al asesinato de Teresa Rodríguez y en solidaridad con la lucha de Neuquén, frente a los despidos del activismo en Fiat y a la, en ese momento, inminente privatización de la empresa de aguas.


El plenario también reclamó que el resto de las centrales sindicales (MOAS y CGT) se sumara al paro.


La CTA, en otra


Pero la Comisión de Enlace, que integran la CGT Regional, el Movimiento de Organización y Acción Sindical (Moas) y la CTA, se reunió al día siguiente para aprobar por unanimidad, es decir, con el voto de la CTA, el paro de la CGT de una hora por turno para el mismo día.Esta Comisión de Enlace impugnó incluso el paro de 24 horas votado por la Intergremial, criticando “la decisión de varios sindicatos, entre ellos Luz y Fuerza de Córdoba por imponer un paro activo provincial, ignorando consultar a otras organizaciones hermanas”. Las burocracias del Smata y la UOM (agrupadas en el Moas) “no ocultaron sus reproches hacia algunos de sus pares que permiten y alientan el funcionamiento de agrupaciones internas que cuestionan con severidad a las conducciones legalmente elegidas” (La Voz, 16/4), en alusión a la UOM Ferreyra, que integra Fiat. Al final, la Comisión de Enlace resolvió “adherir simbólicamente” a la movilización, enviando sus “cuerpos orgánicos”.


Interfabril


Durante la marcha al centro de la ciudad, gran parte de los cánticos de los trabajadores de Fiat fueron contra Campellone. Luego del acto en el centro, algunos trabajadores propusieron, en una asamblea, marchar hacia el Smata (e incluso ocupar la sede sindical) al grito de Fuera Campellone.


Las razones de este reclamo son muchas. La dirección del Smata firmó el convenio negrero con Fiat, dejó a los trabajadores al garete cuando la patronal despidió a 42 trabajadores y hace no mucho Campellone sacó una costosa solicitada contra la interna de Fiat. La patronal, en connivencia con la burocracia, exige a los trabajadores de la planta nueva que se afilien al Smata, para separarlos de los de la ex Cormec, que formaron la seccional Ferreyra de la UOM. El día anterior al paro, el Smata tiró un volante dentro de la planta nueva llamando a los trabajadores a parar sólo una hora.


El repudio contra la burocracia se repite en las otras plantas automotrices, amenazadas de otros ‘convenios Fiat’. La formación de una interfabril para luchar contra los convenios negreros y echar a Campellone del Smata, está más vigente que nunca.


Este planteo está pendiente de concreción, desde que la dirección de la UOM Ferreyra lo propuso en la toma de fábrica de fines de enero. Las listas opositoras del Smata, la Blanca y la Bordó, deben pronunciarse y trabajar por esta perspectiva, para lograr la derogación del convenio Fiat-Smata y elegir paritarios por asamblea.