Sindicales

4/12/2021

La CGT y la CTA, lobistas del ajuste de las patronales y del FMI

Sin medias tintas, toda la burocracia sindical ha respaldado públicamente las negociaciones febriles del ministro de Economía Martín Guzmán con el FMI, y las medidas de mayor ajuste que acarrean para el conjunto de la clase obrera argentina.

Pero la CGT es más que un garante del ajuste fondomonetarista. Ha conminado a Alberto Fernández, en tándem con las cámaras empresarias, a efectivizar el pacto colonial: “En sus diálogos con referentes empresarios de la UIA y AEA, los sindicalistas abogan por un acuerdo con el FMI lo más pronto posible. Se lo dijeron al Presidente y al tucumano Juan Manzur durante el asado en el quincho de Olivos. No se concibe un escenario de default” (ídem). Juan Carlos Schmid, uno de los capitostes de la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT), de cansar con su verborragia nacionalista trocó al discurso del capital financiero: “Hay que tener un acuerdo con el Fondo para volver al circuito internacional de financiamiento”.

Para Hugo Yasky, de la CTA de los Trabajadores, “las definiciones de Alberto Fernández y Martín Guzmán en la negociación con el FMI están dentro de las expectativas que tenemos en la CTA”, y hasta son una oportunidad para correr por derecha a la derecha: “Si el gobierno logra un acuerdo con el FMI la oposición tendrá que debatir dentro de una posición incómoda”.

La burocracia sindical en todas sus expresiones ha cerrado filas para sostener la política de guerra contra los trabajadores que significa el Plan Plurianual de Alberto. La estafa del ministro que sostiene un presupuesto en base a una inflación proyectada del 33 % para el 2022 fue aplaudida a rabiar en los salones de la CGT, contra un 50% de carestía en un cálculo optimista para la finalización del 2021. Los números de la CGT están muy lejos de las penurias de los trabajadores, especialmente luego de que se les asegurara el pago de los fondos reclamados para las obras sociales.

Este programa antiobrero y de sumisión colonial será base para la convocatoria de un nuevo acto de respaldo al gobierno el próximo 10 de diciembre.

El 11 a Plaza de Mayo, contra el FMI

El programa del gobierno peronista se reduce a lograr un rápido acuerdo con el FMI que, lejos de sacar a la Argentina del pantano, la hundirá aún más. La calificadora de riesgos Moody’s –vocera de los especuladores internacionales- ha señalado que la postración ante el FMI es una condición necesaria para un replanteo económico de la Argentina, pero no suficiente. Devaluación del peso, tarifazos, reducción del déficit fiscal, salarios a la baja, reforma laboral, reducción del gasto social, ajuste contra las jubilaciones, levantamiento de la prohibición de despidos, son algunas de las políticas exigidas por el FMI.

Contra esta política, sostenida por el gobierno de los Fernández y por la burocracia sindical peronista, y apoyada por la oposición derechista, el Frente de Izquierda llama a ocupar la Plaza de Mayo el próximo 11 de diciembre, contra el acuerdo con el FMI, por el no pago de la deuda, contra el ajuste, la reforma laboral y por un plan de lucha nacional.

El eje insustituible para la intervención del movimiento obrero es la de salir a la lucha para quebrar este pacto con el FMI, lo que plantea también la lucha por la ruptura de las organizaciones obreras con el gobierno y el estado, y la expulsión de la burocracia sindical.

La movilización del 11 a la Plaza es una cita imprescindible para todo el movimiento obrero combativo.

https://prensaobrera.com/no-al-pacto-con-el-fmi/