Sindicales

8/5/2003|799

La crisis de Lapa abrió un agudo enfrentamiento patronal

Aunque que los trabajadores de Lapa pararon los despidos, ante la quiebra de la empresa endeudada en más de 150 millones de dólares, el conflicto está muy lejos de su resolución. La propuesta de crear por decreto una aerolínea estatal, entregándole a Intercargo (una empresa pública dedicada a la entrega y al transporte de equipajes y de cargas) los derechos de ruta, depende de que “se trate de una empresa viable económicamente” (Ambito, 29/4) y de que “el Ministerio de Economía (habilite) fondos para esta alternativa” (ídem).


La empresa a crearse tendría cinco aviones alquilados. De acuerdo a los cálculos del Ministerio de Trabajo, por cada avión se necesita un máximo de 100 empleados, desde los pilotos hasta los asistentes de vuelo. “La cifra demuestra de entrada que no todo el personal de Lapa podrá ser absorbido, porque hasta que dejó de operar tenía unos 820 empleados y cinco aviones, lo que indica, según los parámetros de Trabajo, que la empresa tenía un fuerte exceso de personal” (ídem).


 


Una pelea de buitres


Ante la posibilidad de que el gobierno le quite rutas a Aerolíneas Argentinas, que hoy controla el 82 por ciento del cabotaje, para dárselas a la “nueva Lapa”, la empresa “amenazó con despedir a 1.000 empleados” (Ambito, 30/4). También denunció que el gobierno está “ofreciendo al personal que integraría la nueva empresa sucesora de Lapa que acepte una reducción de salarios de entre el 20 y el 25 por ciento” (El Cronista, 30/4). Los ejecutivos de Aerolíneas, además de deschavar el verdadero contenido de la “salida” del ministro Fernández, plantearon que en ese caso, ellos realizarían una reducción similar en el salario de sus empleados.


Similar actitud adoptó American Falcon, que “aceptó el pedido oficial de incorporar 150 empleados de Lapa” pero a condición de que “el gobierno le apruebe los pedidos, ya concedidos, para volar dieciséis rutas nuevas a distintos puntos del país y de la región” (Infobae,30/4).


Roque Pugliese ÿde la empresa Cataÿ puso, por su parte, el grito en el cielo porque “prácticamente todo el sector aerocomercial se encuentra al borde del mismo final, dada la incapacidad y la indiferencia demostrada por los responsables de la política aeronáutica” (Infobae, ídem).


La “salida” Lapa volvió a poner al rojo vivo la situación de Dinar ÿparalizada y vaciada como Lapaÿ, que cambió de patrones tres veces en seis meses y cuyos 370 trabajadores tienen varios meses de sueldos impagos.


Las patronales utilizan la situación de Lapa para arrancarle al Estado subsidios, rescates y ventajas que “incluyen el subsidio del combustible aéreo” (El Cronista, 30/4).


Basteiro, Cirielli y Alicia Castro han aprobado la propuesta patronal, “una condición de Eduado Duhalde para dar una aprobación” a la “nueva Lapa” (Clarín, 30/4). Basteiro dice “que la nueva empresa competirá a precios razonables y no sólo volará las rutas troncales, sino también rutas de fomento” (ídem), mientras que para Alicia Castro, los nuevos inversores deben ser “solventes”.


Hay que expropiar sin indemnización a las patronales quebradas y poner toda la actividad aerocomercial bajo gestión obrera.