Sindicales

18/11/2004|877

La CTA con el gobierno contra la unidad y la lucha

Una nueva y multitudinaria marcha realizada el día 10 de no­viembre en la capital neuquina más de 5.000 trabajadores de la salud, do­centes y auxiliares de servicio exigie­ron de conjunto una recomposición sa­larial.


En esta marcha confluyeron: los auxiliares de servicio, contratados y beneficiarios de la Ley 2128, planes Trabajar, Jefas y Jefes que cobran 150 pesos y exigen su pase a planta per­manente al CPE (Consejo Provincial de Educación), trabajadores de la sa­lud sosteniendo su decimoquinta jor­nada de paro por un aumento salarial de 250 pesos, que después de una bicicleteada por los distintos hospitales de la ciudad se unieron en el corte so­bre la ruta 22 con los docentes en su segunda semana de medidas de fuer­za, cumplieron el primer día del paro de 48 horas y que en una gran colum­na arribaron a la ruta partiendo de su concentración en el monumento a San Martín.


Confluyeron también con asam­bleas y medidas de fuerza, los traba­jadores petroleros, cuya dirección ha estado históricamente alineada con el partido de gobierno, pero que con su demanda de recomposición salarial del 45% contribuye al cuadro de de­sestabilización de la gobernabilidad provincial.


La confluencia de las luchas fue rompiendo con el “modus operandi” de la directiva de la CTA que, enrolada en un rejunte de “oposición” parla­mentaria al MPN, jugaba al desgaste de la figura del gobernador, organi­zando la lucha sector por sector, en lu­gar de forjar un reclamo y un plan de lucha común. El gobierno, temeroso de una generalización del conflicto, otorgó una recomposición salarial a los trabajadores del Ministerio de Obras Públicas -de 150 pesos— que se suma al 11% que la semana pasada ofreció al conjunto de los estatales y que habría presentado como última oferta a los trabajadores.


La conducta de la CTA


Sorpresivamente, el viernes de la se­mana pasada, la directiva de la CTA anunció un paro de 24 horas y movi­lización de todos los sectores en lucha para el próximo 16 de noviembre. Si­multáneamente con este anuncio aca­tó una reunión de “conciliación volun­taria” que la dirección de trabajo de la provincia convocó para ¡uno solo! de los sectores en conflicto: los auxiliares de servicio, que con el correr de los dí­as se habían transformado en el mo­tor de este proceso de luchas. En la reunión, luego de una disputa entre las directivas de ATE y ATEN por quien terna la “representatividad” de ese sector de trabajadores, juntos fir­maron un acta que no compromete al gobierno con ninguno de los reclamos planteados, pero que sí compromete a los trabajadores con el levantamiento de las medidas de fuerza.


Unificar las luchas, contra la maniobra


El sábado pasado, en el playón de la universidad “tomada”, se realizó un segundo encuentro de delegados y ac­tivistas, limitado en principio a los propios estudiantes nucleados en la FUC, a las organizaciones de izquier­da, de desocupados, a los trabajado­res de Zanón, la directiva docente de Plottier, que resolvió elevar al conjun­to de los trabajadores en lucha una propuesta de unificación, sobre la ba­se de un pliego común de reclamos y una moción planteando el rechazo del acta. Allí se propone una asamblea provincial con mandato de bases, de delegados, activistas y organizaciones obreras y populares para darle una perspectiva de victoria a todas las lu­chas en curso.