La docencia desafió a Vidal

La huelga fue resultado de la conciencia de la base del gremio

La huelga de 48 horas protagonizada por la docencia bonaerense fue total, con niveles de acatamiento los dos días de entre 80 y 95%, aún cuando fue sólo del Suteba y defeccionaron los demás sindicatos del FUDB. Una respuesta formidable a la provocación de Vidal, a pesar de la conciliación, de las amenazas y sanciones dispuestas al sindicato. El gobierno de la provincia y la figura política de Cambiemos sufrieron un golpe político. Y no por parte de una operación para hacer saltar la corrupción, como los aportes truchos, sino por parte de las masas. Sobre llovido, mojado. La provocación a los docentes como contraataque ante el estallido de la corrupción de la campaña electoral resultó de efecto negativo, un búmeran.



Vidal volcó toda la capacidad de coerción del Estado capitalista contra los huelguistas. Primero, mediante la extorsión de adelantar 15 días el salario de julio. Segundo, mediante el apriete de decretar la conciliación obligatoria. Tercero, implementando un ataque feroz contra el derecho de huelga y contra el Suteba, que paró en el marco de la convocatoria nacional de Ctera, al que le aplicaron una multa multimillonaria de 659,7 millones de pesos, una ofensiva que tuvo el antecedente similar en el gremio camionero. Cuarto, sacando a las escuelas un ejército de jerarcas para amedrentar a los huelguistas: relevaron 9.838 escuelas a través de 135 inspecciones distritales y 1.770 inspectores de área y más de 9.000 directores de escuelas, montando una campaña de terror para quebrar el paro. En una provocación del ministro de Trabajo, propia de la desesperación, este personaje declaró que cuando la multa "se haga efectiva, por decisión de la gobernadora", el dinero se destinará "a la construcción de jardines de infantes en la provincia” (La Nación). Quinto: los docentes pasaron por arriba de la actitud sumisa de los cuatro gremios restantes del Frente de Unidad Docente Bonaerense -FEB, Udocba, Sadop y Amet- que firmaron la conciliación obligatoria de Vidal.



Por último, el plenario provincial de delegados convocado por los Suteba Multicolores en el segundo día de huelga, luego de la marcha al Palacio Pizzurno, resolvió ratificar las 72 horas de paro, completando la huelga del tercer día que la dirección de Suteba no garantizó.

Esto, a excepción de los Suteba de Quilmes, Berazategui y Bahía Blanca, que resolvieron jornadas sin paro. Al cierre de esta edición, los datos relevados indican que la huelga es alta también este tercer día, como establecían los mandatos iniciales de todo el Suteba. En los distritos multicolores, el acatamiento es del 75% en Ensenada; del 70% en Matanza y en Tigre; del 60% en Marcos Paz y 50% en Escobar. Pero el tercer día de huelga también fue importante, con altibajos, en distritos conducidos por Baradel: por encima del 50% en La Plata; 50% en Malvinas Argentinas y Lomas de Zamora, y en los municipios más bajos del orden del 20-25%.



El plenario multicolor resolvió también exigir a la dirección de Suteba asambleas inmediatas y plenarios de delegados para dar continuidad a esta exitosa huelga y que Baradel convoque a parar y movilizarse el 8 de agosto en apoyo a la lucha para imponer el aborto legal.


Maduración de la base docente



La huelga fue resultado de la conciencia de la base del gremio de que si no se iba al paro, Vidal arrasaba definitivamente con la educación pública y con los docentes.



Luego de 94 días de tregua de todas las direcciones sindicales, que permitieron el cierre de las escuelas de islas, la eliminación de los bachilleratos de adultos, el desmantelamiento de la educación especial, la eliminación de los equipos de orientación escolar de los establecimientos, la reducción de horas y de contenidos de la escuela técnica -hoy en plena rebelión contra la reforma de Vidal- y el congelamiento de ya más de siete meses del salario, cuando las direcciones de todos los gremios del FUDB pretendieron justificar en la fortaleza de Vidal la necesidad de acatar la conciliación obligatoria y levantar el paro de 72 horas, la bronca docente explotó y confluyó con el planteo votado por los Suteba Multicolores, que rechazaron la conciliación obligatoria y llamaron a cumplir la huelga ya votada. En este clima, Ctera convocó al paro en cinco provincias, entre ellas Buenos Aires.


La dirección de Suteba  disipa la fuerza de la huelga



La andanada del régimen macrista contra el derecho de huelga y contra las organizaciones obreras que desafíen la conciliación obligatoria es un ataque contra toda la clase trabajadora, que exige de la CGT y de las CTA una convocatoria masiva a Plaza de Mayo en el marco de una medida de fuerza. Los Suteba Multicolores plantearon a Suteba la necesidad de marchar de a miles a la Gobernación, en medio de las 48 horas de huelga, para derrotar la ofensiva de Vidal.



La marcha del martes 31 en la Ciudad de Buenos Aires, sin embargo, fue administradamente restringida de parte de la dirección celeste, y en ningún momento plantearon en sus discursos la continuidad de las medidas. El tenor de las alocuciones de Eduardo López (secretario general de UTE), Hugo Yasky (secretario general de la CTA-T) y de Roberto Baradel (secretario general de Suteba) fue batir el parche de que todo esto se termina el 11 de diciembre de 2019, con la derrota electoral de Cambiemos.



Al final de su discurso, Baradel reivindicó al FUDB, dijo que se reunirían inmediatamente para exigir a Vidal que los vuelva a convocar y anunció un cronograma que lleva cualquier posible acción gremial mucho después de que finalice la conciliación obligatoria de Vidal. En un furcio que eliminaron en el audio de la página del gremio, terminó sus palabras planteándole a los presentes que “se retiraran a sus hogares”. Todos los oradores caracterizaron las jornadas del 30 y 31 de gloriosas, de un antes y un después en la historia docente, pero prefieren dejarlas en tiempo pasado.



Con independencia de los bloqueos que sufra el proceso de lucha abierto, sea por la ofensiva gubernamental o por las maniobras de la burocracia sindical, no se puede volver atrás en lo sucedido. Los sectores combativos de la docencia, los Suteba multicolores deben apoyarse en esta experiencia, que conmovió al gobierno y a los cimientos de todos los gremios docentes, e impulsar una política claramente independiente del Estado y de la burocracia sindical, que ayude al desenvolvimiento de un movimiento huelguístico para quebrar la política antisalarial de Vidal.