Cientos de trabajadores de la educación de Misiones nos movilizamos, el jueves 28, en las principales ciudades de la provincia, entre ellas las cuatro más grandes, frente al silencio del gobierno provincial ante las demandas laborales, salariales y jubilatorias -que fueron guardadas en un cajón utilizando el argumento de la pandemia y el aislamiento.

Respetando el distanciamiento social y las medidas de seguridad (algo que no hizo el presidente, que en su visita a Misiones se sacó fotos abrazado a militantes sin usar barbijo), los trabajadores de la educación marchamos en reclamo de un aumento inmediato al básico para llevarlo de $7.077 a $12.800, pago de las garantías salariales adeudadas, nombramiento de todos los suplentes que no han sido designados y que deben hacer frente a la cuarentena sin ingresos, y un ingreso extraordinario inmediato de $23.000 para aquellos docentes sin empleo o con una carga horaria inferior a un cargo.

Mientras el gobierno provincial de Oscar Herrera Ahuad sobreexplota a los trabajadores con las “clases virtuales” y su plataforma, avala reformas de la ley Nacional de Educación para profundizar esa sobreexplotación y se desentiende de quienes ha dejado en la calle, los trabajadores de la educación somos los que mantenemos funcionando la continuidad pedagógica y demostramos que la verdadera educación es la que se da con alumnos y docentes en el aula.

Ayer salimos a las calles, después de esperar más de 70 días una respuesta del gobierno a un reclamo elaborado con el método asambleario, en el marco de un proceso de lucha iniciado en los primeros días del ciclo lectivo, que incluyó paros y movilizaciones a lo largo de toda la provincia.  El gobierno, lejos de dialogar, aprovechó la cuarentena y se llamó a silencio, y la única vez que llamó a la Mesa de Lucha fue para decir que no tenía respuestas. Es el gobierno el que nos obliga a salir, aún en el contexto del aislamiento social, cuando nos somete a vivir con salarios de miseria en una economía con cada vez más inflación.

Los trabajadores de la educación seguimos en pie de lucha y dispuestos a continuar con nuestros reclamos hasta ser atendidos y obtener una respuesta satisfactoria a los mismos. Con salarios de miseria no hay cuarentena posible.

¡Vamos por el triunfo de la lucha!