Sindicales

5/1/1993|380

La elecciones de cuerpo de delegados

A un mes de la aplastante victoria de la Violeta en Propulsora, con motivo de las elecciones en la seccional de la UOM, se realizaron las elecciones para renovar el cuerpo de delegados interno. Una vez más fue derrotada la burocracia Azul y reelecto el cuerpo de delegados que viene dirigiendo la fábrica desde hace cinco años, pero esta vez la diferencia fue muy exigua, la elección sumamente reñida.


La “sorprendente” recuperación electoral de la burocracia ha puesto en evidencia con una inusitada rapidez las limitaciones profundas de la oposición. La actual conducción no hizo campaña y vaciló hasta último momento en presentarse (el ex candidato a secretario general por la Violeta no se presentó en la lista de delegados). Otra vez se optó por evitar el choque con la burocracia y la denuncia de los azules. La burocracia acusó al cuerpo de delegados de “no pedir plata”, de “ineficiente” y de “falta de diálogo con la empresa”. Después de un año y medio de congelamiento salarial, en el cual la empresa se limitó a repetir el ritual de una suma fija y bonos a cambio de la firma de la “paz social” (los salarios han caído mucho (desde el ’89 la caída llega al 50%), obligando a los compañeros a trabajar un promedio de 12 horas por día (“extras”). La burocracia, obviamente, no plantea ninguna salida a la miseria salarial. Peor aún; el congelamiento y la destrucción del convenio son el producto de la política de Miguel y del Secretariado Nacional —que incluye a Di Tommasso. Si aún en estas condiciones la burocracia puede levantar cabeza en Propulsora, esto está reflejando la impasse de una dirección de fábrica que se las ha pasado todo el año repitiendo que no se puede luchar, que los compañeros “no dan” y que ha desaprovechado un momento de plena producción en la empresa (contratos con las automotrices) para organizar la resistencia a la política hambreadora de la patronal.