La enorme lucha de los trabajadores del G23

Más de 20.000 personas acompañaron, el domingo 31 de enero, a los trabajadores del Grupo 23 en el festival de protesta que realizaron en el Parque Centenario. La cifra es inusual para eventos de este tipo y refleja que la denodada lucha que estamos desarrollando desde hace dos meses ha calado hondo entre la población.


La enorme solidaridad que rodea a este conflicto también se manifestó en la participación de músicos de primer nivel en el festival, como el Chango Spasiuk, Las Manos de Filippi y Bersuit Vergarabat, entre muchos otros, quienes ofrecieron su apoyo desinteresado a los trabajadores de prensa, radio, TV y gráficos del Grupo 23.


Los números preliminares hablan de una recaudación de 50 mil pesos en las alcancías solidarias y de más del doble en el buffet.


La consigna #NoAlVaciamientoDelGrupo23 presidió una actividad que, desde las primeras horas del domingo, contó con la participación de más de 250 compañeros de las distintas empresas del Grupo.


Los trabajadores del Grupo 23 se hicieron cargo de organizar el festival, de resolver los problemas operativos vinculados a las bandas, de la comida y bebida para enorme buffet, de la parrilla, de las alcancías solidarias, de la recepción de alimentos y otras donaciones, de la seguridad: en más de 10 horas de fiesta popular no se reportó un solo incidente.


Esta participación masiva de trabajadores organizados pone de relieve el grado de madurez que han alcanzado sus convicciones respecto de hasta dónde hay que avanzar en la lucha.


Enfrentamos un proceso de vaciamiento de las empresas del Grupo 23. El dúo Szpolski-Garfunkel armó un conglomerado capitalista de medios que, alimentado por la pauta oficial, tanto nacional como provincial, pero también por la privada, fue puesto al servicio del kirchnerismo. El vaciamiento es la forma que adoptó el ajuste kirchnerista bajo un gobierno del PRO, que ha resuelto no intervenir a menos que la presión de los trabajadores lo obligue.


La lucha de los trabajadores del Grupo 23 derivó en un resultado inesperado: un nuevo empresario se hizo cargo de Tiempo Argentino y Radio América. La operación comercial es oscura y el nuevo dueño, Grupo M Deluxe, ya incumplió con su palabra de pagar las deudas salariales en forma inmediata, razón por la que el domingo del festival tanto Tiempo como América estaban de paro.


Entre los trabajadores del Grupo 23 ya maduró la idea de profundizar la pelea. El respaldo del nuevo sindicato de prensa, Sipreba, ha sido fundamental para avanzar en ese camino. Como las empresas del Grupo 23 son cáscaras vacías sin activos, la incautación de las acreencias sobre la pauta es el camino para lograr el pago de los salarios caídos.


La lucha y movilización de los trabajadores del Grupo 23 muestra el camino para los trabajadores de prensa, que tienen el desafío de enfrentar el ajuste macrista llevado a cabo tanto por las patronales kirchneristas como por las Corpos anti k. Por eso la independencia política respecto del Estado y el kirchnerismo cómplice de los vaciadores es vital para el triunfo de esta lucha.