Sindicales
23/5/1995|448
La explotación de los choferes y sus luchas
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En el transporte público de pasajeros se verifica un deterioro creciente del servido, un incremento de accidentes, menor frecuencia y altísimo costo del pasaje.
Este deterioro es contradictorio con el adelanto técnico que representan las nuevas unidades, la señalización de las principales arterias y la superexplotación de los choferes.
¿Cómo se explica esta contradicción?
La principal causa es el carácter capitalista de la explotación del transporte, que lejos de ser un servidor público responde a un fin de lucro y se encuentra librado a la anarquía del "mercado".
Un ejemplo lo da la tarifa diferenciada en provincia por zona “despoblada", cuando hoy la población en el conurbano es inmensamente mayor que la de la capital
Las empresas presionan a las municipalidades a fin de evitar la competencia en el mismo recorrido, tomando el servido en un monopolio discrecional, donde los ramales son cubiertos con los coches disponibles de la empresa.
Tiempos de crisis
Aunque las empresas de transporte han obtenido verdaderas fortunas por medio de condiciones inhumanas de trabajo y la suba de la tarifa varias veces superior a la inflación, una serie de factores ha abierto una crisis de resultados imprevisible.
El factor más importante es que la lucha de los choferes demando la colocación de las maquinas, lo que ha puesto en evidencia las ganancias ante la DGI. Las empresas además, renovaron unidades contrayendo importantes créditos que se presentan de difícil devolución.
La renovación de unidades desato una lucha capitalista, principalmente entre Macri y Mercedes Benz. Macri consiguió penetrar en el negocio a través de la importación de máquinas expendedoras acordando créditos a través de sus bancos. Ahora, mediante el “apriete a las empresas endeudadas, se está quedando con una parte de las líneas.
Esto comenzó con las líneas chicas, pero se rumorea que Transporte del Oeste estaría al borde de la convocatoria de acreedores.
Este proceso de concentración de las líneas tiene su correlato al interior de las propias líneas donde el “componente”, que es propietario de una parte del colectivo, debe malvender su parte a los “troperos” (dueños de más de un colectivo) y quedar como chofer
Que la crisis la paguen ellos
La superexplotación ha producido un verdadero ejército de compañeros disminuidos en su capacidad física. Sin embargo, las victimas de esa injusticia no son compensadas económicamente. Al revés, los compañeros que no reúnen las condiciones son sacados del servicio y despedidos.
La patronal del transporte ostenta el triste honor de ser la pionera en materia de flexibilidad laboral, procediendo a la recomposición de sus planteles con compañeros contratados. Esta política es violatoria de la legislación vigente y la lucha de los choferes por la efectivización y contra el contrato tiene un argumento de peso.
Las patronales apelan a otro recurso de superexplotación, al forzar a los choferes a manejar a una velocidad “comercial”. La patronal les quita vueltas, es decir, horas extras, cuando enfrenta la oposición a esta política.
Esta violación sistemática, de parte de las patronales, de las normas de tránsito, va a contramano de la tendencia mundial a morigerar los riesgos en el transporte urbano.
La crisis en el transporte ha dado lugar a la aparición de los llamados colectivos truchos. En éstos son “reciclados” unidades y choferes expulsados de las líneas reconocidas. Para los choferes es una forma de volver al trabajo. No está claro a quién pertenecen las unidades, salvo las de propiedad individual, y no sería extraño que estuvieran haciendo su juego capitalistas del transporte “oficial” en un régimen sin control (no hay boletos ni máquinas).
Se pretende enfrentar a los choferes truchos con los legales, en perjuicio de ambos.
La uta entregó todo
Toda esta política ha sido realizada a la vista y paciencia de la dirección de UTA, que está pagando su política con el descabezamiento de sus direcciones gremiales en las líneas. Sin embargo, hay un marcado proceso de recomposición de cuerpos de delegados, lo cual ofrece las condiciones para poner en pie una nueva dirección.
Un programa de lucha
Aumento salarial inmediato, absorción de todos los premios e incentivos, salario mínimo igual al costo de la canasta familiar.
Indemnización de los despedidos por enfermedades.
Efectivización de todos los contratados.
Imposición de la tarjeta, para que los choferes no deban llevar dinero encima.
Elaboración del diagrama y frecuencia del servicio en las barriadas, con la participación de las organizaciones vecinales.
Boleto único de 0,50 pesos.
Estatización del servicio público de pasajeros, con control de los trabajadores.